Aquel fue un día luminoso, un perfecto domingo de verano en el centro de la capital rusa. Nina revivió su sorpresa de ver a tantas personas deambulando por las calles abarrotadas. Familias enteras admirando los artículos que las tiendas exhibían en sus escaparates mientras disfrutaban de la música que los artistas callejeros compartían a cambio de unas monedas o algo para comer.
Esta era la parte más clara de sus recuerdos. Su madre y ella charlando animadamente sobre los preparativos de una fiesta que jamás se llegaría a realizar.
Su madre preocupándose por el atasco que hizo que el auto en el que viajaban se detuviera en medio de la carretera.
Su madre gritando.
Su madre suplicando que no lastimaran a su hija.
Después de eso los recuerdos de Nina se desdibujaban. Imágenes sin orden que no encajaban con la versión que Dimitre le contaría después. Oscuridad. Miedo. Desesperanza.
La siguiente era la pesadilla que no dejaba de atormentarla. Otro recuerdo. Uno borroso pero entendible, porque sus consecuencias seguían haciéndole daño;
Caminaba en medio de una de las praderas más hermosas que Nina hubiera visto antes, el cielo estaba despejado y el sol brillante iluminaba un millar de flores silvestres a su alrededor. La hierba alta estaba tan húmeda que le congelaba la planta de los pies descalzos. Su cuerpo se sacudía en una serie de estremecimientos que hacía que sus sollozos fueran interrumpidos por el castañear de sus propios dientes.
Cuando fue obligada a arrodillarse sobre el manto de hierba húmeda se despertó de golpe.
Horas más tarde las mujeres del servicio llegaron a prepararla para ir al instituto. Con esta se cumplía una semana desde que las pesadillas le impidieron dormir durante noches interminables. Las profundas ojeras acentuaban su mirada cansada, los labios se le notaban resecos y la piel más pálida por la falta de luz solar. También se cumplía una semana del castigo que Dimitre le dio por haberla descubierto a solas con un hombre en casa de los Choi.
En ese momento Dimitre guardó las apariencias. Terminaron la visita sin que el señor Choi Ki Ho se enterara del desliz de su hijo y la despidiera a ella con la promesa de pronto presentarle a su hijo mayor. En cuanto llegaron a casa Dimitre se mostró furioso. Aun así, permitió que Nina diera su versión de los hechos. Al escucharla la recriminó por lo patética que fue al permitir que aquel joven se aprovechará de ella, y lo decepcionado que estaba de que ni siquiera pudiera defenderse en una situación así. Lamentó no poder hacer nada al respecto porque no podían desperdiciar la oportunidad de asociarse con una familia coreana bien posicionada. Solo esperaba que Choi Min Ho fuera lo suficientemente hombre para no compartir con nadie, en especial con su hermano mayor, lo que pasó entre ellos.
La verdad era que el castigo pudo haber durado menos. A Dimitre no le convenía dar a conocer que su hija no estaba interesada en sus estudios cuando la sociedad coreana se caracterizaba por su disciplina en el campo. El problema fue que las marcas que dejó Min Ho en su cuello y parte de su hombro eran demasiado visibles. Incluso ahora, Annie tuvo que envolverle el cuello con una pashmina de seda para cubrir los moretones y rojeces más persistentes.
Los días lunes Bratt se encargaba de realizar los recados de Dimitre, así que Nina pudo pedir a otro de los conductores que la llevara más temprano al instituto. Las instalaciones estaban prácticamente vacías a esa hora y le encantó tener la oportunidad de saltarse las miradas especulativas de sus compañeros. Había faltado toda la semana pasada y estaba convencida de que estarían curiosos de saber la verdadera razón tras su ausencia.
Nina apretó la tela de seda contra su cuello. Si Min Ho había abierto la boca entonces ya todos sabrían lo que pasó en realidad y, además, tendría que soportar sus críticas. Decidió que una de sus prioridades sería hablar con Min Ho para saber cuál sería su postura.
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SU REFLEJO EN EL
FanfictionLuego de seis años de alejarse de los conflictos e intereses de su familia, Hyun Joong regresa a Seúl para brindar apoyo al único amigo que tiene en la ciudad. Su vida se complica cuando conoce a Nina Nóvicova, una bella joven acaudalada a quien la...