SU REFLEJO EN EL

CAPITULO 7

Nadie nunca había sido capaz de derrotar a Kyu Jong en uno de sus propios juegos.

El joven estaba cansado y la humillación que llevaba a cuestas lo condujo a querer resguardarse en el auditorio de deportes, lugar donde se desencadenó el detonante de sus problemas.

"Que diferencia", reflexionó. Ayer entrando a lado de Nina Nóvicova con el más grande de los optimismos y, hoy, herido y renovado de un rencor que nació desde su niñez. Kim Hyun Joong era su hermano, al entrometido mayordomo no le cansaba repetírselo, pero el tema era que él jamás había actuado como uno. De pequeños no vivieron en la misma casa ni tuvieron la oportunidad de criarse juntos. A Hyun Joong le tocó crecer siendo el consentido de unos abuelos amorosos, a Kyu Jong suplantar su lugar en casa y ser testigo de cómo sus padres se distanciaban por su culpa.

Su madre nunca estuvo de acuerdo con que Hyun Joong le fuese arrebatado desde el nacimiento y su padre, ofendido por haber perdido su posición en la familia, no le quedó más remedio que defender la decisión del abuelo para no molestarlo. Un día Kyu Jong cometió el error de comentar los conflictos de su casa enfrente de Kim Hyun Joong. Su hermano se mostró muy sorprendido con lo que estaba sucediendo e inmediatamente demandó que los abuelos le diesen una solución al asunto. Ese mismo día Kyu Jong fue castigado y fue vetado de la villa de la familia.

No volvieron a verse hasta el funeral de sus padres.

Kyu Jong tenía ocho años y estaba devastado, gritaba y pataleaba y nadie hallaba la manera de consolarlo. Hyun Joong, por el contrario, aguardó en silencio lejos de todos sin derramar una sola lagrima. Si se lo preguntaban, diría que fue en ese momento en que se abrió la brecha definitiva. Comprendió que su hermano lo consideraba un extraño y no encontró una razón para no tratarlo igual.

Su percepción hacia él empeoró cuando aceptó irse de viaje mientras el abuelo luchaba contra una enfermedad desconocida. Regresó unas semanas antes de que el anciano falleciera, para estar presente durante la realización de su testamento. Fue una época tensa para toda la familia. Hubo muchas discusiones por los secretos revelados por el abuelo en su lecho de muerte y, para empeorarlo todo, por haber dejado estipulado que debían de pasar siete años para que Hyun Joong pudiese solicitar la lectura de su testamento y hacer validas sus estipulaciones. Mientras tanto los bienes familiares quedaron vinculados y sus tíos perdieron la posibilidad de continuar haciendo negocios personales con el dinero del conglomerado Kim.

Fue aquí donde Hyun Joong se rindió, se olvidó de todo su legado y huyó al extranjero. Era por eso qué existían tantas fricciones entre la abuela y su hermano mayor. Ambos quedaron decepcionados con el actuar del otro y la terquedad les impedía reconocer que los dos actuaron equívocamente.

- Sabía que te encontraría aquí - Kyu Jong se levantó de las gradas y se posicionó a modo de defensa, levantando los brazos para cubrirse las costillas y la cara - No te preocupes. Me entere que ya alguien te dio una paliza. ¿O fueron dos personas? - Yoo Jin estaba jugando, por supuesto. Le habían contado lo que sucedió en el comedor con lujo de detalles.

- Lárgate - gruñó Kyu Jong de mal humor.

- ¿Ahora me pides que me vaya? - se quejó con burla - La última vez que nos vimos aquí me suplicaste que me quedara.

Eso fue antes de que Nina fuese transferida al instituto. Kyu Jong y Yoo Jin no fueron pareja ni se consideraban amigos. De hecho, se llevaron mal por mucho tiempo. Yoo Jin era la típica chica sin recursos que defendía lo indefendible y él, un bruto desconsiderado. Fue una sorpresa para ambos que, en el sexo, congeniasen bastante bien. Acordaron mantener encuentros ocasionales siempre que ambos se comprometieran a ser brutalmente honestos con lo que sentían. El acuerdo funcionó para los dos, y duró hasta que Nina llegó al instituto, momento en que Kyu Jong le expresó a Yoo Jin su intención de acercarse a ella.