CAPITULO 4

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Decir que Kim Kyu Jong era un joven atractivo no se sentía como una forma correcta de describirlo. Era guapo, por supuesto, y poseía aquellas características que hacían que todas las chicas del instituto suspiraran por él. A sus diecinueve años coreanos se encontraba cursando el ultimo grado del instituto y, pese a no ser un alumno sobresaliente académicamente, era considerado el alumno más valioso por ser la estrella del equipo de soccer. No conforme con sus cualidades físicas y habilidades para el deporte, Kim Kyu Jong formaba parte de una de las familias más poderosas de Asia. Incluso se decía que, en ausencia de un hermano mayor descarrilado, pronto sería designado como heredero de la fortuna familiar.

Desde que Nina llegó al instituto Kyu Jong se mostró sumamente interesado en ella, al igual que el resto de los estudiantes, solo que él demostró ser más persistente. U obstinado, como lo definió Jin Ah. Nada más ver a Nina ajustó todos sus horarios escolares para pasar con ella el mayor tiempo posible. Durante dos semanas fue común verlos juntos; caminando por los pasillos, almorzando o estudiando en la biblioteca principal. Luego el equipo de soccer se marchó a Europa al torneo de la liga, dejando la supuesta relación que estaban comenzando en suspenso.

Ahora que estaba devuelta debían resolver sus sentimientos. Y aunque no le desagradara, Nina no podía ofrecer nada sin algún tipo de garantía y Kyu Jong quería que se volvieran cercanos antes de arriesgarse a tocar el tema con su familia.

- Creí haber dejado claro que nadie debía molestarla.

- Nadie la está molestando, Kyu. Y esto no tiene nada que ver contigo, así que haz el favor de no entrometerte - la hostilidad de Min Ho era tan palpable como la de Kyu Jong. Viéndolos actuar así nadie se imaginaria que alguna vez fueron buenos amigos.

Los rasgos del deportista se ensombrecieron.

- ¿Te atreves a hablarme así? No me obligues a recordarte cuál es tu lugar, Choi - escupió su apellido como si estuviese hablando de la basura. Puede que la familia Choi estuviese subiendo alto muy rápido, pero eso jamás competiría con el respaldo del linaje de la familia Kim. Además de que Kyu Jong era un año mayor, por lo que Min Ho le debía respeto según marcaba la tradición coreana.

En otras circunstancias Nina se habría marchado sin miramientos. En esta ocasión la detuvo el presentimiento de que si la riña terminaba en una pelea física sería inevitable que la relacionaran a ella con el incidente. El instituto pasaba por alto muchas de sus acciones, pero comenzar a provocar a los estudiantes para que pelearan entre sí, sin duda, ameritaría una llamada de atención.

- Me gustaría ver que lo intentas - lo retó Min Ho, preparado para recibir el ataque de su adversario.

Nina decidió que era el momento de intervenir. Se abrió paso hasta quedar frente a Kyu Jong y se aferró a su brazo para impedir su avance.

- Kyu-oppa, ha sido un malentendido. Min Ho y yo solo estábamos charlando.

La molestia de Kyu Jong se desvaneció en cuanto las manos de Nina entraron en contacto con su cuerpo. Su tacto fue suave y cálido, y su voz persuasiva lo cautivó de una manera que no había conseguido hacerlo antes. Por primera vez sintió que le estaba prestando toda su atención. Lo invadió una dicha desconocida.

- A ti te pedí que no te metieras en problemas - se dejó llevar por el impulso de retirar un mechón de cabello que le caía sobre la frente y recogérselo detrás de la oreja. Ella se apartó de inmediato.

- Es mi amigo. No veo como puede convertirse en un problema hablar con él.

- No necesito que me defiendas - se quejó Min Ho a sus espaldas.

- Min Ho no sabe ser un buen amigo - aseveró Kyu Jong - Así que no malgastes tu tiempo con él, ¿de acuerdo?

Nina solo asintió para que se olvidara del asunto. Obviamente tendría que volver a buscar a Min Ho más adelante, cuando ambos estuviesen más tranquilos. La próxima ocasión tendría que ser cuidadosa con el lugar y el momento para hacerlo.

SU REFLEJO EN ELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora