T/N Routledge vuelve a casa, donde pertenece.
Pero no todo es tan fácil cuándo tiene de por medio una gran búsqueda del tesoro, un rubio sexy (que también es su mejor amigo) y la desaparición de un padre que fue muy carbón con ella, entre otras cosi...
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POV T/n
Esto es una mierda, esto es una puta mierda. Siento las palpitaciones de mi corazón en mi cuello, me cuesta tragar saliva, mis piernas, toda yo, tiemblan. Me cuesta andar, cada paso que doy se siente como si fuera a caerme y hundirme en el asfalto.
Pero a pesar de todo sigo caminando, cada vez más rápido, un pie detrás de otro.
Mi respiración, algo obstruye mi canal de respiración negándole aire a mis pulmones anhelantes.
Levanto la mano izquierda para ver el temblor de esta.
Acelero el paso.
Cuando puedo giro a la derecha donde se encuentra una especie de mirador, me acerco al muro de piedra que te salva de una muerte segura por el precipicio.
Me siento encima del muro con los pies colgando, al mirar abajo puedo observar el mar chocando fuerte contra las rocas.
Saco mi teléfono de la parte trasera del pantalón, puedo ver un mensaje de Kiara que me recuerda que esta noche hemos quedado para ir a ver esa película al aire libre con los chicos. Sin responder el mensaje abro mi aplicación de música y pongo la canción, una canción que me brinde oxígeno.
Agarró los auriculares que casi siempre llevo en el bolsillo delantero izquierdo y los conecto al móvil seguido de ponérmelos en las orejas.
Al instante una melodía penetra en mi cabeza, Love me anyway, de Chappell Roan.
Empiezo a respirar al compás con la música, mi labio tirita a cada exhalación, el aire entra y sale, lentamente, sin prisa.
Solo tienes que respirar.
Venga, es fácil.
Respira.
Abro los ojos y ahora puedo prestar atención a mi alrededor, el cielo está naranja y es reflejado en el mar por el sol que se esconde en el horizonte, cuando bajo la cabeza me doy cuenta de que tengo nuevas heridas en el brazo, y algunas costras han saltado de los últimos arañazos.
