T/N Routledge vuelve a casa, donde pertenece.
Pero no todo es tan fácil cuándo tiene de por medio una gran búsqueda del tesoro, un rubio sexy (que también es su mejor amigo) y la desaparición de un padre que fue muy carbón con ella, entre otras cosi...
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POV T/n
Sigue adelante y no mires atrás —te dicen— El pasado es pasado y nosotros estamos en el presente, céntrate en eso.
Como si fuera tan fácil, tengo la mala suerte de no poder fijar la mirada al frente, siempre me desvió por un motivo u otro.
Y es que es muy difícil, porque el pasado siempre suele alcanzarte y pegarse a ti para que te quedes estancada.
A pesar de intentar parecer inmune a muchas situaciones, siempre, como toda persona, te clavas espinas las cuales no van a ser fáciles de quitar.
A veces creo ser la única con problemas, lo admito, pero más que eso, simplemente me centro en lo mío y dejo de pensar en el resto. Me es muy difícil creer que la gente que conozco también puede sufrir como yo.
Pero aun así a la mínima que veo a un "ser querido" pasándolo mal algo se activa en mi y, o salgo corriendo, o me vas a ver apartarlo absolutamente todo solo para atender a la persona.
Más a la hora de ser yo la que necesita apoyo... eso simplemente cuesta más.
No creo que contar tus problemas a los demás ayude mucho, de qué sirve que ellos lo sepan, tal vez ni siquiera te entiendan.
Un desperdicio de vulnerabilidad.
— T/n— siento la sacudida de mi cuerpo—Oye —mi cerebro no quiere prestar atención— ¡tia!
—Ahuu—salto al notar el pellizco en el brazo.
—Son las doze, Pope me acaba de llamar, los chicos necesitan nuestra ayuda para no se que.
—Joder...—trato de acostumbrarme a la luz — estoy segura que contigo se las apañaran Kie.
Cuando creo que ya voy a poder cerrar los ojos para volver a mi hobby preferido Kiara me agarra de la cara para que la mire.
—Han insistido en que vayamos las dos— frunzo el ceño confundida y ella se encoge de hombros.
—Genial, pero que conste que mi presencia allí no servirá de absolutamente nada.
