Love Is A Laserquest

III

-¿Podríamos salir al patio a fumar un cigarrillo?- preguntó el chico que no podía dejar de mirar, creo su nombre es Alex.
-Por supuesto. Kat, llévalos al patio trasero- Me levanté y me traté de mantener (ya que me sentía muy mareada) traté de caminar correctamente y llevar a los chicos al patio, no sin antes pasar a la cocina para que Matt se sirviera otra copa de vino.

-Ten, esto es para ti- Una vez afuera, Matt me entregó la copa y lo mire confundida -Hace rato tú madre no te dejó tomar- solté una ligera carcajada y le agradecí.

Estaban platicando los chicos, yo tenía mucho frío (seguía mojada), me senté en el columpio y a un lado se encontraba sentado Alex, cruzamos miradas un par de veces y sonreíamos al mismo tiempo. Se sentía el aire demasiado frío, me dió una ligera temblorina, Alex me miró y señaló hacía mi playera.

-Tu playera...- miré hacía mi playera blanca, como estaba húmeda y ese día había decido no utilizar brassier, se notaban demasiado mis pezones.
-¿Qué? ¿Nunca habías visto pezones en tu vida?- tomé de mi copa de vino y noté que Turner se había puesto nervioso.
-Oh no, no es eso, bueno sí los había visto antes, bueno no los tuyos- Levanté una ceja -Me refería a qué manchaste tu playera con vino, eso ya no se quitará.
-Oh- Volví a mirar mi playera y ya presté atención a la mancha de vino que él mencionó, ambos empezamos a reír y sentí como mis mejillas se pusieron rojas -Lo siento mucho, yo no sabía que te referías a eso.
-No te preocupes, entiendo que a lo mejor la forma en como señalé te haya llevado a una confusión- Volví a reír, el sacó una cajetilla de cigarros, sacó uno y me ofreció.
-No, gracias
-¿No fumas?- dijo mientras encendía aquel cigarrillo
-Sí fumo, pero no puedo hacerlo aquí o en donde mi madre me pueda ver
-¿Te regaña?- lo dijo en un tono un poco burlón
-No, bueno sí, pero porque mi padre lleva años en el hospital por cáncer de pulmón. Podrás entender que eso es lo que desencadenó su desprecio hacía los cigarrillos- El semblante de Alex cambió, agachó la cabeza y la volvió a subir para verme
-Yo..lo siento mucho, no sabía
-No te mortifiques, tú no lo provocaste- Noté su cara de confusión y antes de que él pudiera contestar salió James anunciando que ya se tenían que ir.

Regresamos a la sala y todos nos despedimos. Cuando se fueron, mi madre me dió un gran sermón por haber llegado ebria de nuevo a la casa, no preste mucha atención. Mi madre subió a dormir, yo iba a subir pero fui a la cocina por la botella de vino, pasé por la sala para subir, cuando noté que Alex había dejado su abrigo. Lo agarré y lo olí, olía bastante bien. Subí a mi cuarto, comencé a tomar de la botella, me puse aquel abrigo que me quedaba bastante grande y seguí percibiendo el olor.

Me desperté con una terrible resaca, llevaba el abrigo puesto. Mi madre había dejado una nota en la mesa en la que mencionaba que habían ido al hospital y que regresaría un poco tarde porque irían a cenar. A mi no me invitaron porque mi madre sabe que yo no he ido, solo fui una vez y me arrepentí de a ver visto a mi padre de esa manera. Así que no volví a ir. Toda la tarde estuve acostada viendo las películas de Harry Potter, después en la noche que llegó mi madre y bajé a saludarla.

-Oh, Kat. Todos preguntaron por ti, en especial ese chico Alex- Mi madre me miró sonriente.
-Me da gusto saber que era requerida- Subí a la barra de la cocina.
-Katina, hazme el favor de bajarte de ahí, te he dicho mil veces que ahí..
-Ahí es dónde comemos- Di un saltó y bajé de la barra
-¿Así que Alex, eh?
-No te hagas ideas, madre. Solo lo he visto una vez en mi vida y aparte tiene novia- También en la tarde me había dispuesto a investigar todo sobre él en internet
-Era de esperarse, es un buen muchacho y además es atractivo- Encogí los hombros, en realidad sí pensaba que era atractivo.

Al otro día desperté sin muchas ganas de nada, me metí a bañar y decidí que sería agradable salir a dar un pequeño paseo, mi madre había dejado una nota de nuevo en la mesa, al parecer había ido a tomar café con Jessie y James. Encogí los hombros y agarré mis llaves lista para salir de casa. Cuando abrí la puerta me encontré a Alex justo afuera. Estoy segura que tuve un paro cardíaco.