Tú
al que recito lo que ahora escribo,
quiero que sepas que no te olvido
que mi pan y mi vino
son para ti
que sobre todo
me enseñaste lo que
con lágrimas comprendí,
mi boca se secó
un beso
era todo lo que pedí.
¡Dios! Mi martirio me mata
conjela mi alma,
rompe mi espíritu
quiebra mi huesos,
me hace dormir intranquilo
quiere que llore,
pero le digo
– No puedo.
Melodías de invierno
me recuerdan a ti
encayé en tu río,
el sudor me empapa
crea un tornado tempestuoso.
No entendí lo cobarde que era,
lo cobardes que fuimos
al renunciar
el uno al otro,
ahora buscas mi calor,
cuando lo que necesitas
es la frialdad
de alguien como tú.
Sin ti
fui fuerte,
sin ti
me di cuenta que
me necesitaba a mi,
necesitaba mi predilección,
me necesitaba a mi,
pero me abandoné
por ti.
Recuerda mis labios,
que tu frialdad
no volverá
a tocarlos.
ESTÁS LEYENDO
copos de nieve
PoetryDías fríos y dos chicos amando por casualidad. Encontrando en cada rincón una poesía digna de admirar. Uno dando todo desde el fondo de su corazón, y otro suplicando el regreso y un perdón. El emprender un viaje largo de la mano, donde ninguno de...