Capítulo 1: James.

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Alina.

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Al verme, James corrió a mi dirección, inmediatamente me acobijo entre sus brazos ignorando que apestaba a lodo de bosque, la mirada de Matthew lo decía todo: "no me hagas empezar una cuenta regresiva, James Zowed"

Casi como si sintiera la mirada asesina de Matthew, se apartó de mi al cabo de unos segundos, me analizo de pies a cabeza para suspirar aliviado.

—Creí que terminaría tres metros bajo tierra —miro de reojo al castaño quien seguía mirándonos—, no vuelvas a hacerlo.

—¿Reírme?

—¡Ir hacia lo desconocido! —vocifero—, si no te matas tú, matarás de un infarto a los que te rodean.

Sonreí ampliamente, como niña caprichosa a la que todo el mundo mima. Así me sentía todos los días de mi vida y pese a recibir tanta atención, comenzaba a sofocarme un poco.

—No lo haré pero debo darme un baño.

—Tendrá que ser con agua fría, el agua caliente tiene que...

—Ser colectada desde el caudal, lo sé —James mostró sorpresa y mire a Matthew quien sonreía orgulloso—. Matt me llevo agua caliente la última vez que estuvimos aquí.

—Cierto, es tradición de parejas —felicito palmeando el hombro del castaño—. Descansen, estaremos pendientes si necesitan algo.

—Gracias, James.

Me sonrió, Matthew le despidió con un ademán y vimos al chico alejarse con paso calmado hacia su hogar.

Ingresamos al hogar del castaño en silencio, estaba enfadado, lo sabía pero no por culpa mía sino por culpa de la reaparición de sus hermanos. Parecen ser un recuerdo del hombre que tanto odia.

—¿Qué cenaremos hoy? —inquirí mientras era cautelosa con mis pasos.

Me despoje de mis tenis y calcetas para no ensuciar, sé que las calcetas salieron ilesas pero prefería evitar, camine de puntillas hacia el baño. Un baño de agua fría no me parecía grato, mi cuerpo sufriría las consecuencias de mi idiotez.

—Que opinas de malteada de chocolate con galletas.

Me gire para mirarlo con una sonrisa amplia.

—¿En serio?

—Claro, tenemos galletas con chispas de chocolate de sobra —rodó los ojos y reí con vergüenza. Si, me excedí con las compras.

—Me baño rápido y cenamos.

Justo cuando ingrese al baño, vi que la tina estaba llena de agua enjabonada, con espuma hasta morir, gire mi rostro a su dirección, asombrada.

—¿P-pero como lograste...?

—Estaba preparando un baño en tina para los dos pero la señorita terminó llena de lodo.

Me ruborice.

—Lamento arruinar tu detalle —me disculpe mientras apreciaba aquella tina de porcelana blanca—, podemos postergarlo para mañana.

Matthew sonrió con gracia y camino hacia mi, me obligo a entrar al cuarto del baño, cerró la puerta a su espalda y comenzó a retirar de mi cuerpo la ropa sucia.

—No tengo problema con sustituir eso por ayudarte con la ducha —susurró con tono bajo.

Se alejó de mi para ir por el shampoo, el jabón de cuerpo y una toalla. Terminé de quitarme la ropa quedando totalmente desnuda, camine a la tina para introducir mi pie izquierdo, trate de mentalizarme de que el agua estaría helada pero era lo contrario, estaba tibia.

¡Hey, Seth!: RECEPTOR. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora