¡Hey, Seth!: RECEPTOR. ©

Capítulo 21: La realidad.

Miré con sorpresa a las modelos que desfilaban sobre el escenario, siempre veía los videos de estos eventos en redes sociales; jamás imaginé que estaría presenciando uno en carne propia. Las mujeres y hombres caminaban por el gran escenario con gestos serios pero miradas dominantes.

A mi lado derecho estaba Matthew y al izquierdo Preslie. La rubia solo miraba los atuendos una vez, yo giraba la cabeza de vez en cuando para seguir el andar de las modelos. Son geniales.

—¿Te gustan?

—Son lindos —admití con voz baja ante la pregunta de Matthew—, pero, no usaría algo así.

—¿Por qué?

—No es mi estilo —dejé de observar a las modelos para verlo; sus ojos marrones estaban fijos en mí—. ¿Estás prestando atención?

—¿A ti?, siempre.

Lo fulminé y sonrió de manera encantadora.

—Guarden silencio —gruñó Preslie y apreté los labios.

Permanecimos en silencio después del regaño de la rubia.

Mis ojos vagaron por el salón, la música ambientaba, las luces se movían en diferentes direcciones y los periodistas se enfocaban en capturar a las modelos. De vez en cuando a los invitados.

Vi que Connell y William deambulaban por la zona, siendo cautelosos y discretos.

Todos aplaudimos cuando la presentación terminó, el director del desfile dio algunas palabras de agradecimiento y contó un poco sobre su experiencia al poner en marcha el proyecto. El hombre mencionó algunos nombres con estima e incluso giró hacia Matthew. Le expresó algunas palabras que el castaño recibió con media sonrisa.

Nathan tenía razón. Él se volvió tres veces más famoso que antes. ¿Qué habrá hecho?, ¿convertirse en socio de las mejores marcas mundiales?

Los aplausos llenaron el lugar e imité la acción de los demás.

Venía una pequeña velada que solo sería para los invitados. Era el momento de que los periodistas se marchen.

—Iré a ver si Alonso encontró a la representante de Annelly —anunció Preslie a la vez que se ponía de pie.

—Adelante —accedió Matthew y me ofreció su mano. La tomé y me levanté de la butaca blanca con calma—. Estaremos con William y Connell.

Preslie asintió.

Alisé el vestido por detrás pero percibí unas risas bajas, giré un poco la cabeza y vi a dos periodistas varones mirándome.

Volví la cabeza al frente, agradeciendo que Matthew estaba entretenido con Preslie. Al parecer mañana deberían terminar la sesión con Dolce.

—Pero si esa mujer no se compara con la preciosa de Keylle Yunn —oí su voz socarrona seguido de una carcajada—. ¿Qué habrá hecho para que Matthew Henderson se fijara en ella?

—Ni idea, pero incluso, Annelly Johnson es mejor que ella.

—Posiblemente sea su zorrita de una noch...

—¡¿Disculpa?!

Me tensé cuando Matthew levantó la voz y giró su cuerpo hacía ese par de hombres que se burlaban y me insultaban a unos pasos de nosotros.

Preslie tomó mi brazo con suavidad.

—Repite lo que dijiste pero en mi cara, imbécil.

Matthew se alejó de mí y se acercó a ellos.