ThirtyThree

255 39 16
                                    

Jungkook no ve ninguna expresión en el rostro contrario. Mira el cuerpo de Jimin y observa que no cambia su postura. Tampoco parece que vaya a contestar. 

-¿Qué paso con tu abrigo?

Los ojos de Jungkook barrieron todo el cuerpo del menor y alcanzaron a detenerse en sus pupilas. Jimin hace lo mismo, se detiene en sus anteojos y en el marco dorado.  Jungkook tiene solo un grado muy bajo de miopía, por lo que suele utilizarlos cuando tiene que atender negocios muy importantes.

Puede ser debido al frío, pero su tiempo de reacción se a ralentizado. Jimin, quién parece algo decepcionado, sonríe y su voz débil le pregunta: 

-¿No has cenado todavía?

La expresión de Jungkook se convirtió en una pesada bruma por un momento, los documentos que tenía en la mano se dirigieron directamente a la cara de Jimin.

No le provocaron ningún tipo de dolor, pero la tristeza del instante se le grabó a presión por todos lados.

Jungkook estaba de buen humor hoy. Siguió el proyecto de licitación durante mucho tiempo y finalmente consiguió entablar una buena relación con el hijo de la familia del mayor Li. El alcalde seguía siendo una especie de persona cargada con un infinito amor a su familia, y luchó de manera incansable por el amante de su hijo quién aparentemente tenía una enfermedad terminal. Un par de firmas, los contactos correctos y la médula ósea que necesitaba ya era suya. ¡Un éxito total!.

Ahora que todos estaban terminando de trabajar, piensa que logró descuidar a Jimin por mucho tiempo y quiere estar con él lo antes posible. Pero cuando llega a casa, el resultado es que no hay nadie esperándole allí. De hecho, no es tan grave como para ocasionar que se enojara con el menor de esta manera. Jungkook sabe que Jimin sale de vez en cuando a comprar algo de comida o artículos de primera necesidad. Fue paciente y esperó a que alguien llegara. ¡Jungkook estuvo esperando por mucho tiempo! Y cuando él está aburrido, le gusta pensar en algo para hacer. Moverse por su casa y arreglar cosas.

De repente, recuerda la bufanda que le compró a su amado esposo el mes pasado. Después de año nuevo, quiere llevar a Jimin a Harbin para ver las esculturas de hielo juntos. La bufanda es buena, de calidad y parece caliente. La busca, desordenando todo. Lo malo es que encuentra la bufanda equivocada.

Cuando saca la elegante bufanda "Burberry" de una bolsa de papel, pensó que ya había pasado mucho tiempo desde que vio una de esas. Siempre se preocupó por comprar sus propias cosas y, por consiguiente, está seguro de que esa bufanda no era la suya. ¿De quién es? Él sabe que Jimin siempre se muestra absolutamente reacio a comprar cosas tan caras.

Entonces nota que parece desgastada. 

Se acercó a la bufanda y olió una fragancia mentolada y el olor a desinfectante del hospital. De repente, su cerebro empieza a recordar, la escena del Ferrari estacionándose en su casa se reproduce. El hombre que seguramente le dio las orquídeas.

Las cosas son serias ahora. La posesividad de Jungkook es particularmente fuerte, pero por lo general sabe cómo ser dócil. Rara vez muestra lo enojado que está. 

Lo pensó. Imaginó que Jimin no podía soportar la soledad. Lo vio allí, llamándole, suplicándole, entregándose a él. ¿Qué habrá hecho en su propia casa las innumerables noches en las que no regresó? ¿Se revolcó en su cama como una golfa? Cuánto más piensa, más repugnante es.

La imaginación es a veces algo muy dañino. Pensó en ello durante la tarde entera, y esperó pacientemente a Jimin. Jungkook no ha tenido tiempo de recapacitar por sus propios errores porque ante sus ojos, Jimin es el único pecador. La única persona en la sala que merece un castigo. 

The ten years that I loved you the most Donde viven las historias. Descúbrelo ahora