ThirtyFour

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La conciencia de Jimin es intermitente, y cuándo todo se torna aún más doloroso es dónde piensa que se está muriendo. Ni siquiera podía llorar, aunque estaba adolorido, y su frente se encontró de pronto cubierta por una capa de sudor frío y fino.

En el proceso de su destrucción, Jungkook no se siente arrepentido. Sufre, tal vez, de que aquel cuerpo sea tan estrecho al momento de la penetración y, sin embargo, suelta un suspiro de alivio cuando Jimin se deja caer y extiende de una mejor manera sus amoratadas extremidades.

-¿Sabes en qué te equivocaste Min?

Jimin lentamente giró hacia un lado y se apretó los brazos con los dedos. Su mandíbula afilada cayó contra su rodilla y comenzó entonces a temblar. No habló, sintiendo que el único calor en su cuerpo sería expulsado si abría la boca. Pensaba incluso, que Jungkook al estar saliendo y entrando tan estruendosamente, ya no le quedaba nada.

¿𝐸𝑛 𝑞𝑢𝑒́ 𝑚𝑖𝑒𝑟𝑑𝑎 𝑚𝑒 𝑒𝑞𝑢𝑖𝑣𝑜𝑞𝑢𝑒́?-Los ojos de Jimin son tan sombríos como una cueva, y nada se puede ver al observarlos.

-¡Joder habla! - Jungkook frunció el ceño. Se inclinó hacia abajo y sujetó las mejillas del menor. Le volteó la cara, quiere que lo vea. Quiere que escuche y que obedezca-. ¿No es lo suficientemente placentero? Esta es tu posición natural, tendido allí esperando para mí, ¿Lo entiendes?.

Para Jimin, es muy difícil concentrarse en algún punto del momento. Las cosas que cree saber hasta este instante, sus recuerdos y el significado mismo del amor, parecen ser ahora sombras en un mar oscuro más grande que el universo mismo. En sus ojos se refleja ahora la abrumadora desesperación de una abrumadora pena.

El corazón de Jungkook de repente pareció sentir algo de su dolor. Bajó la palma de su mano e intentó tocar las pestañas de su amado esposo. Deseaba confirmar que la angustia que vio en él, era producto de una ilusión creada por su cabeza para hacerle sentir culpable. Pero Jimin solo sacudió su cuerpo cuando le aproximó los dedos, y el hombre que ya había parecido estar más relajado se apretó una vez más ocasionando que su cuello se llenara con marcas de rubor.

El movimiento repentino de las caderas de Jungkook hizo que Jimin tosiera hacia arriba y hacia abajo. Su cara pálida mostraba un dolor extremo y luego, tosió sangre de un color rojo intenso.

El semblante de la cara de Jungkook cambió, y las pupilas se le tensaron de repente. Se inclinó para abrazar a su pequeño, sus dedos temblaban:

-¿Qué pasa? ¿¡Qué pasa!? Por favor muéstrame... ¡Date prisa y muéstrame lo que está mal!

Jimin está cada vez más tembloroso. Tiene sangre en la boca, deslizándose por el borde, goteando hasta su cuello. Agarra los dedos del mayor como si necesitara sostenerse de algo:

-...¡Frío Kook!

Rápidamente tomó las sábanas y las envolvió en el cuerpo del menor. Dio vuelta a Jimin en sus brazos, pero encontró más líquido frío y pegajoso debajo de él. Estaba completamente en pánico. Sangraba como si tuviera una herida áspera y profunda en los intestinos. Jimin convulsionaba, no sabía con exactitud qué parte sujetar o donde realizar presión.

-Vamos al hospital de inmediato. Vas a estar bien, vas a estar bien, mi amor.

No sabía si estaba reconfortando a Jimin o a sí mismo, pero era demasiado difícil obtener un tono tranquilo en una situación tan confusa. Ahora Jungkook parece ser el próximo a colapsar, está perdido en medio de la habitación y ha dejado de parecer un estratega tranquilo y elegante.

-No... No al hospital Kook. -El tono de Jimin era suave, pero había cierta ambigüedad. Su mente estaba clara por momentos, así que lo repitió de nuevo.-No voy a ir al hospital

The ten years that I loved you the most Donde viven las historias. Descúbrelo ahora