TwentyTwo

254 45 6
                                    

Subió a su casa y puso cuidadosamente la bufanda de Taehyung doblada en una bolsa. Se sentó en el sofá durante un tiempo sin pensar en nada, pero se sintió un poco frío y se levanto.

Un hogar que está roto se sentirá helado siempre, y ese es el tipo de frío que no puede eliminarse independientemente de si la temperatura del aire condicionado esta alta o no. Jimin sabe que el libro está sobre su colcha, los pequeños gatitos están en su nido, la estufa está apagada, la puerta cerrada y en realidad, no le queda más que dormir.

De repente, al despertarse en mitad de la noche, se percata de que los faroles de la calle continúan brillando intensamente y de que la oscuridad allí dentro no puede ser más espesa. Mira que entonces solo había dormido menos de media hora. No se cree capaz de volver hacerlo, el sabor metálico en su lengua lo hace más difícil.

No puede evitarlo, quiere escuchar la voz de Jungkook.

En Francia son alrededor de las cinco de la tarde, debería estar bien llamarle... Jimin es muy paciente y usa sus pequeños acalambrados dedos para marcar el número de su esposo.
La libreta de direcciones no está con él, pero afortunadamente su memoria sigue intacta.
La quimioterapia no pudo quitarle eso, al menos.

El teléfono sonó varias veces y pronto parece que ya esta conectando. La voz grave del hombre en el otro lado parece ser un poco gentil para cuando dice:

-¿𝑅𝑒𝑐𝑜𝑟𝑑𝑎𝑠𝑡𝑒 𝑙𝑙𝑎𝑚𝑎𝑟𝑚𝑒 ℎ𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑎ℎ𝑜𝑟𝑎?

Jimin sostuvo el teléfono durante unos segundos. Quería hablarle todo el tiempo, lo haría varias veces al día, pero no tenía el dinero suficiente para pagar la factura. En ese momento, sintió que lo más razonable y lo menos inconsciente era usar el crédito de su teléfono para conversar con Jungkook, aunque fuera unos minutos y en la madrugada. Siempre piensa que él día es demasiado largo mientras espera hacerlo.

Por el contrario, Jungkook siente que no hay nada que decir, intenta cortarle.

-𝑁𝑜𝑠 𝑣𝑒𝑟𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑝𝑟𝑜𝑛𝑡𝑜 𝑝𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜, 𝑛𝑜 𝑑𝑒𝑏𝑒𝑠 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑟 𝑖𝑛𝑡𝑟𝑎𝑛𝑞𝑢𝑖𝑙𝑜.

-Te extraño Kookie.- Jimin se hunde en sus emociones. En este momento, su mente ha tenido un colapsó que parece durar varios minutos. Su palabras casi salen por si solas.-: De verdad, te extraño demasiado.

Jungkook inhaló profundamente. No había escuchado esas palabras de su pequeño hace mucho tiempo. Parece ser cierto, pero también es como si se tratara de solo una ilusión.

-𝑇𝑒 𝑒𝑥𝑡𝑟𝑎𝑛̃𝑜 𝑚𝑢𝑐ℎ𝑜 𝑡𝑎𝑚𝑏𝑖𝑒́𝑛 𝑎𝑚𝑜𝑟. 𝐸𝑠𝑡𝑜𝑦 𝑜𝑐𝑢𝑝𝑎𝑑𝑜 𝑦 𝑡𝑒𝑚𝑜 𝑚𝑜𝑙𝑒𝑠𝑡𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑙𝑙𝑎𝑚𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑟𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑡𝑢́ 𝑦𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑒𝑠 𝑑𝑢𝑟𝑚𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜. 𝐼𝑛𝑡𝑒𝑛𝑡𝑎𝑟𝑒́ ℎ𝑎𝑐𝑒𝑟𝑙𝑜 𝑚𝑎́𝑠 𝑎 𝑚𝑒𝑛𝑢𝑑𝑜, 𝑡𝑒 𝑙𝑜 𝑝𝑟𝑜𝑚𝑒𝑡𝑜. 𝑅𝑒𝑔𝑟𝑒𝑠𝑎𝑟𝑒́ 𝑝𝑟𝑜𝑛𝑡𝑜 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑎𝑐𝑜𝑚𝑝𝑎𝑛̃𝑎𝑟𝑡𝑒.

La voz de Jungkook era suave y parece honestamente apenado.

Pero Jimin no es estúpido. Sabe que esa es una excusa más para ocultar el hecho de que no quiere hablar con él. Jungkook ni siquiera ha enviado un mensaje. El hombre está muy lejos en Francia, con alguien más joven que él. En un país romántico y seguramente está siendo muy feliz.

Jimin está en china solo, intentando no morir esa noche.

Se rasca la cabeza, se lame los labios, y suspira sobre el teléfono. Todavía no tenia pensado en que decirle cuando escucha débilmente una segunda voz por el teléfono:

-Kookie... ¿Cómo puedes seguir en el teléfono? La comida va a enfriarse.

Suena claro, brillante, menor... La voz del muchacho parece estar impaciente.

No escucha a Jungkook de repente, todo se calma del otro lado y no hay ningún. Jimin intenta duramente estabilizar la línea. No sabe si lo escucha, no puede respirar, pero prosigue:

-Beijing se ha enfriado demasiado en estos días, hace mucho frío. Llámame cuando vuelvas. Te recogeré en el aeropuerto y te llevare por una sopa de costilla con rábano...

-𝑇𝑒 𝑎𝑚𝑜 𝑝𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜.

Jimin al escuchar eso, se rió, se le escapó un pequeño bostezo:

-Bueno, seguro estas muy ocupado ahora Kook.
Tengo sueño...

Jungkook respondió:

-𝐵𝑢𝑒𝑛𝑎𝑠 𝑛𝑜𝑐ℎ𝑒𝑠 𝑚𝑖 𝑎𝑚𝑜𝑟𝑜𝑠𝑜 𝑒𝑠𝑝𝑜𝑠𝑜.- Su tono fue muy suave.

No ha dormido y su corazón ha sido destrozado por un cuchillo afilado. En medio de la noche, Jimin está lleno de dolor. Está perdido, quiere algo, pero no sabe que es. No sabe en realidad que es lo que está buscando cuando se arrodilla a un lado del sillón.
¡Está tan cansado!

Sentado en el suelo de la fría sala de estar, llora como un niño que ha perdido todo el mundo. Se muerde sus labios. Los destroza. Sus hombros empiezan a temblar y jadea, pone el teléfono desconsoladamente contra su pecho.
Ruega por que el frío lo congele, pero se esta quemando con fuerza. Todo dentro de él se esta volviendo caótico.

Mostró algunas sonrisas de liberación cuando se escapó de su lado, dejó a sus padres, dejo la universidad, su hogar, sus amigos. Se dio por vencido y no tomó el examen. ¡Lo perdió todo! Se enamoró de alguien quien no debía de amar.

El teléfono sonó, Jimin respondió rápidamente. Su ataque de pánico incrementó:

-Jungkookie... ¡Voy a morir!... ¿Por qué no me quieres? ¿Qué he hecho mal? ¡Voy a portarme bien! ¡Ven por mi, por favor! ¿¡Cómo puedes mentirme!?

Sus ojitos ardieron. Es realmente difícil detener las emociones una vez que se han acumulado durante tantos años.

-¡𝐽𝑖𝑚𝑖𝑛! ¿𝑄𝑢𝑒́ 𝑝𝑎𝑠𝑜́? ¿𝐸𝑠𝑡𝑎́𝑠 𝑒𝑛 𝑡𝑢 𝑐𝑎𝑠𝑎? ¡𝐼𝑟𝑒 𝑝𝑟𝑜𝑛𝑡𝑜! ¡𝐷𝑖𝑚𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑢́𝑚𝑒𝑟𝑜 𝑒𝑠! 𝑝𝑜𝑟 𝑓𝑎𝑣𝑜𝑟, 𝑟𝑒𝑠𝑖𝑠𝑡𝑒.

Resultó ser el Dr.Kim... Sabe que se está desmayando, pero su subconsciente todavía confía en él lo suficiente. Le da la dirección exacta y luego se deja caer.

         ‍        ‍           ‍     >>>>>

Taehyung rompe directamente la manija y abre la puerta de un solo golpe.

Jimin no se despierta. Mira al hombre delgado y pálido que está en el suelo. Tiembla y sus mejillas están repletas de lágrimas. Tiene sus labios heridos, las manos heridas...

La frente de Taehyung se arruga con fuerza.

Se inclinó, lo tomó entre sus brazos y no se sorprendió al descubrir que era demasiado ligero. El rostro de su persona amada está pegada a su pecho. La temperatura le subió, el ritmo de su corazón ha cambiado.

-Realmente me gustas pequeño.

Taehyung lo confirma mientras se va.

The ten years that I loved you the most Donde viven las historias. Descúbrelo ahora