Jane Harrington

III.

Dieron las 8 y Billy llegó justo a tiempo, Jane se sorprendió por la puntualidad de éste, así que le abrió la puerta antes de que tocará

—Así estabas de desesperada por verme, ¿eh?—Billy sonrió de lado, burlonamente pero a la vez muy coqueto

Jane volteó los ojos—Tu auto se escucha desde 2 cuadras atrás, ya sabía que estabas por llegar. Pasa.

Billy no borró la sonrisa sino que la agrandó y paso a la casa de los Harrington, la miró con detalle, muy ordenada, muy limpia y con un tapete muy bonito debajo de una mesa pequeña. Jane se sentó en el piso con las rodillas dobladas y miró a Billy esperando que también lo hiciera, quién suspiró fastidiado y se sentó con las piernas estiradas y apoyándose con los brazos

—¿Cuál es el punto de tener sillones si no te sientas en ellos?—habló con fastidió mirando los sillones detrás de ellos

—Si nos sentamos en el piso, podemos ver mejor lo que esta en la mesa, es más cómodo también—explicó Jane mirando las hojas en donde se explicaba lo que sería el proyecto—Bien, ya sé que haremos...

Procedió a explicar el proyecto y lo que ellos iban a hacer, Billy la escuchaba pero se aburría de tener que hacer tareas, no le gustaban pero ocupaba los puntos entonces no podía negarse tampoco, porque dejar una materia seria tener que vérselas con su papá y no quería eso. 

El proyecto fue más rápido de lo que pensaron y en medio de risitas sobre alguna broma que decía alguno de los dos sobre alguna palabra o algo sobre el proyecto. Ya habían acabado y ninguno de los dos quería mencionarlo, no quería que Billy se fuera y éste no quería irse.

—¿Quieres agua?—ofreció Jane y Billy asintió. Jane fue por un vaso de agua y cuando se lo fue a llevar a Billy, extendió la mano para dárselo demasiado rápido y logró tirarle un poco en la camisa beige que tenía, Jane puso el vaso en la mesa rápido y se agachó para verle la camisa de cerca, lo miró a los ojos;—perdón, no era mi intención, eh, pero es agua, se va a secar y no dejará mancha entonces... lo siento

Billy asintió sonriendo;—seguro lo hiciste apropósito, ¿qué?, ¿quieres que me quité la camisa porque esta mojada?

Jane abrió un poco la boca, estaba apenada y Billy soltó una risita;—No, no era mi intención mojarte, Hargrove

—¿ah si?, porque la mía sí—Billy se acercó un poco más a su cara, que sí de por sí ya estaban cerca pues ahora podían sentir la respiración del otro, los dos querían eso desde un principio, Jane veía los labios de Billy y después sus ojos y Billy hacía exactamente lo mismo, Jane estaba decidida a besarlo

—¡Jane, estoy en casa!—el grito de Steve junto con la puerta abriéndose de golpe hicieron que los dos se alejaran con un brinco, Jane sentía su corazón latiendo demasiado rápido, y maldecía a Steve por no haber podido llegar 2 minutos después.

Billy se puso de pie, no le daba miedo Steve, ni pena de besar a su hermana enfrente de él pero le daba pena el como se había sentido con ella ese día, de como estaba esperando que ella lo besara cuando el nunca hacía eso, porque por Dios, era Billy Hargrove y era sólo un beso, no significaba nada.

—Ya sé Steve, ya te vi—Jane miró a su hermano aún sentada de rodillas en el piso, miró a Billy, quién miró con una sonrisa y una mirada retadora a Steve, tomo el vaso de agua y se lo acabo de un trago, saco las llaves de su auto y se agacho para despedirse de Jane con un beso en la mejilla, quién se sorprendió al no esperar que él se despidiera así y Billy, quién miró a Steve logrando ver como éste apretaba la mandíbula un poco, claro que a Steve le iba a sacar de sus casillas ver como Billy se acercaba a su hermana y sabía también como podía hacerlo explotar, camino a la puerta y topo su hombro con el de Steve de una forma brusca y casi violenta, Steve suspiró controlándose y en cuanto salió de la casa, cerró la puerta de golpe.

—¿Qué fue eso Jane Harrington?—Steve demandó con voz firme, colocando las manos en la cadera y mirándola fijamente esperando una explicación.

—¿De que hablas?—se hizo la que no sabía, acomodando las cosas del proyecto que estaba en la mesa, al ver que Steve seguía igual, sin decir nada, suspiró y lo miró—No pasó nada Steve, sí se despidió así fue para hacerte enojar y mira que lo logró, no sabía que te ponías celoso por tu hermanita

—Sabes que pienso de ese idiota, Jane

—Ya sé, pero no es mi culpa que tuviéramos que hacer el proyecto juntos y sola no lo iba a hacer

—Bueno, ¿vemos una película?—cambió el tono de voz y sonrió, Jane asintió sonriendo también—¿quieres pizza también?, no quiero cocinar y supongo que tu tampoco

—Pizza será—dijo Jane tomando el teléfono en sus manos—Pero tú la pagas