Capítulo 5

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Es difícil describir lo que la imagen frente a mí me produce. Es algo completamente inconcebible para mí, fuera de cualquier cosa que se me presentara en algún sueño... o pesadilla. A pesar de lo extraño que es, consigue hacerse un lugar entre lo inquietante y lo jocoso.

Sarah está encima de Ryley, y yo tengo mis ojos sobre ellos, abiertos en su totalidad.

Mis labios pasan del asombro a la risa. La épica expresión consternada de Ryley hace que me quiera reír mucho más fuerte. Nunca vi algo tan cómico en toda mi vida. Es raro que pueda tomar esta situación de esta manera.

–¿De qué te ríes fenómeno?–Sarah se levanta furiosa de encima de Ryley, el rostro de este es rojo de la vergüenza.

Salgo de allí corriendo.

Consigo llegar a la habitación de Devon, a pesar de que todo el camino quise apoyarme sobre una pared y dejar que salieran todas mis carcajadas. Brinco a su cama. Él se sobresalta y yo no puedo dejar de sonar como una loca.

-¿Qué dem...? ¡Hayley! Estás loca ¿Qué haces aquí?

Mi risa es lo único que recibe como respuesta.

-Hayley, cálmate. Intenta respirar un poco.

Me pongo los brazos sobre el estómago. Duele.

–Es que...–otra carcajada me interrumpe.

–Dímelo ya. También quiero reír.

Le cuento lo que vi y puedo ver en su cara que también está sorprendido, pero se ríe conmigo. Nos quedamos así por un buen rato. Por suerte no estaban sus compañeros de cuarto con nosotros. No había notado que Devon no tiene camisa. Qué despistada, no sé cómo se me pasó por alto. Sus hombros son anchos, y su pecho es musculoso y bien definido.

–¿Te gusta lo que ves?–levanta una ceja que hace que se vea más sexy.

¡¿Qué demonios me pasa?! No me había dado cuenta de que lo estaba mirando como boba. Mi cara debe estar del color de mi cabello

– Me halagas –asegura él.

–No se de que hablas–aclaro mi garganta. Qué vergüenza. Esto nunca me había sucedido y menos con él. Me levanto para irme.

–Deberías ver tu cara, Red. Ahora tiene más sentido–ríe–. Me gusta.

Se levanta y se acerca despacio. Cuando me alcanza tengo que levantar la cabeza para poder mirarlo. Pone una mano en mi mejilla y agacha la cabeza. Yo no me alejo ni lo detengo.

Entonces, pasa lo inadvertido.

Sus labios rozan los míos. Son suaves y tiernos. No esperaba que alguien como él fuera tan delicado en algo como esto. Toda la dureza de su cuerpo ha abandonado sus labios, los cuales me trasmiten toda su calidez. Debería apartarlo, pero hago todo lo contrario y le sigo el beso. Él mueve su boca lentamente, y luego me pide permiso con su lengua. Yo se lo doy. Lleva sus manos a mi cintura y me pega más a él y yo llevo las mías a su cuello.

El beso se profundiza hasta que necesitamos aire, pero no nos detenemos. Nunca me habían besado así, debo admitirlo. Lo hace muy bien.

No sé cuánto tiempo pasa hasta que detengo el beso. De la ternura pasó a ser más apasionado, y eso me aprisionó un poco más en sus brazos.

Ambos respiramos con dificultad tratando de recuperar el aire. Cuando abro mis ojos Devon está sonriendo.

¿Por qué decidió hacer algo así, en un momento como este? ¿Considero que el inminente sonrojo de mis mejilla era la excusa suficiente?

–Wow, eso fue fantástico –sus ojos brillan, ¿De felicidad? No sé, pero esto no me gusta. No debí dejar que esto pasara, solo espero que no lo confunda.

–Si...– Soy interrumpida por uno de los compañeros de Devon. Está parado en la puerta. Pasa cerca de nosotros–. Mejor me voy.

Devon me guiña un ojo.

–Bien hecho Wooten –le dice Johnson a Devon. Salgo lo más rápido que puedo. Es imposible que este más roja.

Me encamino a mi cuarto, espero que Sarah se haya ido. No hay nadie cuando entro. Todo el lugar ha estado muy solo. Bueno, aprovechare para dormir un poco.

__________

Todo está oscuro, pero se que están ahí. Siempre están. No puedo arriesgarme de nuevo, solo debo esperar a que él llegue. Él me sacará de aquí, no soy tan fuerte después de todo. Mi brazo sangra demasiado por que esa bestia sí sabe cómo usar una espada. Mi pecho y mis pies duelen, saltar desde un tercer piso y caer bien no es fácil. 

Puedo escucharlos , están cerca. Voy a morir. Esta vez nada podrá salvarme.

Un estruendo me despierta. No se si lo imaginé, lo que importa es que me ayudó a salir de ese horrible sueño... De ese suceso de recuerdos. 

Vuelvo a escuchar el estruendo. No, no me lo he imaginado. Salgo del cuarto. Corro por el pasillo hasta llegar al salón de entrada, y me detengo de golpe. Los miembros del escuadrón Jobe están en el suelo cubiertos de sangre, solo Phelps y Shields se mueven. Miembros del escuadrón Jiro y Juko los ayudan para llevarlos a la enfermería. No se que sucedió pero si tres miembros de un escuadrón están muertos es grave. Drexler no está por ningún lado, todos los escuadrones están aquí excepto el mío.

Me acerco al lider del Juko (Jay Clippard) y le pregunto donde está mi escuadrón.

–Es tu deber saberlo –se que es verdad pero me molestó–, se supone que eres la líder.

–Lo se.

¿Y si Drexler los envió a una misión sin mí? Tal ves lo hizo mientras dormía por que sé que está enojado conmigo. Solo espero que no haya pasado.

En ese momento Sly entra al salón buscando algo. Cuando me ve se acerca a paso rápido.

–Scherzer Drexler solicita tu presencia en la sala de juntas –supongo que es amable por que Clippard está conmigo.

–¿Para qu...?

–Ahora –dice y se marcha. Bien la amabilidad no duró mucho.

 Me despido de Clippard y me dirijo a la sala de juntas. Espero no estar en problemas.

Cuando llego Drexler está sentado en en el borde de la mesa y Sly esta de pie a su lado. El rostro de Drexler no muestra ninguna emoción, mientras que el de Sly es feliz.

–Me pediste que viniera, aquí estoy.

Drexler me observa impasible. Su mirada es fría, y se que es mi culpa que me trate así.

–Es dificil decirte esto pero...

–Solo dilo –lo interrumpo. No puedo esperar más, la paciencia no es mi fuerte.

–Bien, lo haré –Drexler deja escapar un suspiro–. Estás a prueba y voy a tener que pedirte que te vayas de la comunidad.

Red DemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora