capítulo seis

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¿Por qué me rechazaba tanto a mí misma? ¿Cómo pretendía ser aceptada si ni yo misma me aceptaba a mí misma?

Había quedado para cenar con el hombre que conocí en el cine, se llamaba Yoshio Kobayashi y tenía trenta y siete años

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Había quedado para cenar con el hombre que conocí en el cine, se llamaba Yoshio Kobayashi y tenía trenta y siete años. Quizá me había mentido, en el nombre seguro.

Me había llevado a cenar, pero yo no escuchaba nada de lo que tenía que decirme. Ni yo misma sabía que estaba haciendo allí, no me creía que tuviera que recurrir a esto.

En mi mente solo se repetían en bucle las palabras de Senju, no está interesada en hombres. ¿Y qué hay de mí?

Por supuesto que yo sí. Le sonreí al hombre delante mío. Fingía estar interesada en sus aburridas palabras.

Mucha gente me había mirado mal al vernos salir a los dos agarrados del brazo. Parecía una de esas colegialas que tenían citas con chicos más mayores que ellas a cambio de algo de dinero.

¿Por qué se les culpa a ellas, quienes solo son unas niñas, y no a los hombres que saben lo que hacen?

Espera, ¿y yo qué estoy haciendo exactamente con él? Al cruzar la calle, vi a Senju. Solo maldecí para mis adentros, me había pillado.

—Oye, ¿te acompaño a tu casa? —me dijo una vez entramos en su coche. —O... ¿Quieres qué pasemos un rato juntos?

—Lo segundo está bien. —respondí.

Él solamente sonrió y empezó a conducir. No nos alejamos mucho, en dos minutos estábamos delante de unos bloques de apartamentos.

Conocía esa zona de la ciudad, ahí vivía gente con dinero, por lo que había escuchado.

Entramos y le seguí hasta llegar a la segunda planta, donde se detuvo para abrir una de las puertas.

—¿Quieres algo de vino? —me preguntó mientras yo observaba, incómoda, el lugar.

—Está bien, tomemos una copa y después voy a mi casa. —le dije para que no se pensara que había venido en busca de algo más.

Me sirvió una copa de vino tinto, detestaba el sabor del vino, pero fingí que me agradaba. A decir verdad, no me gustaba ningún tipo de alcohol.

—Una cosa, Yui. —me rodeó los hombros con uno de sus brazos. —No quiero sonar descortés, pero, ¿de verdad eres tan ilusa para pensar que solo quería salir contigo para charlar?

—¿Perdona? —fruncí el ceño.

Claro, todo había sido mi culpa. Yo le había contactado, yo me había metido en esto.

—No voy a hacer nada que tú no quieras, puedes marcharte ahora mismo si así lo deseas. —se volvió a alejar de mí, tomando un último sorbo a su bebida.

—Es que yo... —quería saberlo, quitarme la duda. —Yo quería saber si... Podríamos intimar un poco más.

Su rostro no expresó nada, solo volvió a acercar mi cuerpo al suyo. Acercó su rostro al mío y me besó.

roommates | senju akashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora