roommates | senju akashi

capítulo dieciséis

Con pesadez, me acomodé sobre el asiento del tren que me llevaría a Osaka. El estropeado altavoz del vagón emitió una voz entrecortada, la cual nos anunciaba el tiempo de recorrido hasta nuestro destino.

A través de la ventana, pude ver como algunos de los pasajeros que llegaban tarde, corrían hacia las puertas con desesperación.

Entre ellos se encontraba mi compañera de asiento, la cual resultó ser una chica de larga cabellera rubia y ojos ámbar.

Justo cuando ella se sentó a mi lado, después de haber recibido ayuda para subir su equipaje de mano, el tren comenzó su trayecto.

Era de noche, lo cual me parecía agradable para el viaje de dos horas y cuarto. Desde mi MP4, una canción de Guns N' Roses se reproducía en mis auriculares.

Pero no todo fue agradable, ya que, por culpa de la nieve, el tren tuvo que detenerse. Lo que nos suponía un retraso de otra hora más.

Saqué mi teléfono para informarle a Hina de aquel suceso.

─Qué fastidio... ─murmuró la chica sentada a mi lado, quien también sacó su móvil. ─Mierda, no hay cobertura.

La miré de reojo, su cabello era de un rubio oscuro, y vestía un estilo algo onee-gyaru.

─¿También vas a Osaka o bajas en otra parada? ─me preguntó, como si intentase distraerse.

─Sí, también bajo en Osaka. ─contesté.

─Bueno... ─se le notaba algo incómoda. ─Como estaremos sentadas durante dos horas, podríamos hablar un poco.

─Senju, Senju Akashi. ─le dije, invitándola a presentarse.

─Yo soy Emma, Emma Sano. ─y dicho esto, nos dimos la mano.

Aunque mi expresión de serenidad no tardó en transformarse en una de confusión al escuchar su apellido.

─Por casualidad... ¿Tienes algún tipo de relación con Manjiro Sano? ─pregunté.

─¡Es mi hermano! ─soltó una suave risa. ─Qué curioso, siempre me reconocen por mi hermano. ¿De qué lo conoces?

Mierda, pensé.

─Peleé a su lado durante un tiempo. ─intenté no sonar borde, ya que no tenía un buen recuerdo de Sano y de la época que pasé en aquel entonces.

Después de que Yui se marchó, me quedé completamente sola. Volví a adentrarme en el mundo de las pandillas para poder deshacerme de toda la rabia y soledad por la que pasé.

Me cansé de eso, cambiaba de un bando al otro, incluso llegué a trabajar junto a Manjiro. A esas alturas, él nunca podría salir de ese mundo, yo lo sabía.

Pero con suerte, acabé consiguiendo un trabajo decente y no perdí el contacto con Hina y Takemichi.

─Él se ha quedado en Tokyo. ─me explicó, haciendo referencia al paradero de su hermano. ─Mi chico y él solían ser muy buenos amigos en la secundaria. Sin embargo, perdieron el contacto, supongo que ya sabes cómo es Manjiro...