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Un pequeño Jungwoo corría por los pasillos de su casa mientras jugaba con algunos de sus juguetes, en algún momento el niño inocente de alma pura se tropezó, más, no fue por sus propios pies o que tropezara con algo, alguna fuerza extraña lo hizo tropezar, aunque el pequeño no lo supiera entonces.

Cuando se levantó y se aseguró que no tenía ninguna herida miró la puerta que estaba delante de él.

Su madre le había dicho cientos de veces en el pasado que no tenía permitido entrar ahí, trato de entrar a escondidas pero debido a los poderes de su madre siempre lo detenía antes de lograr adentrarse del todo, cuando le preguntaba la razón de porque no debía entrar, su madre simplemente evitaba responderle y solo le decía que era un lugar peligroso dónde no deben estar los niños.

El pequeño Jungwoo miró a su alrededor, asegurándose que no hubiera nadie cerca en ese momento, no sabía exactamente donde estaba su madre, pues desde la mañana no la había visto, así aprovechando esa oportunidad, abrió a muerta y se adentró en ese lugar.

Al principio era como un pasillo oscuro que llevaba a otra puerta al fondo pero de metal, le costó un poco averiguar cómo abrirla ya que nunca había visto una puerta así, y cuando lo averiguo le costó mucho, pues tenía que usar sus poderes de telequinesis, poderes que aún no desarrollaba bien por lo que se esforzó mucho y utilizo mucha energía para abrirla, pero eso de todos modos no detuvo su curiosidad para saber que era ese lugar.

Una vez abierta la puerta, el pequeño Jungwoo encontró algo así como un laboratorio, o eso parecía, bajo unas escaleras y se escabulló entre las mesas pasillos mientras veía un poco en lo que trabajaban las pocas personas que estaban ahí, no entendía nada de lo que hacían o porque había un laboratorio secreto en su casa pero todo eso le parecía genial.

En cierto punto llegó a otra puerta de metal, esta vez parecía un poco más complicada de abrir pues tenía cadenas y un código, aunque también parecía que se podía abrir con la mente. Jungwoo estaba por averiguar cómo se abría de nuevo cuando alguien lo tomó de repente

—¡No deberías estar aquí! ¡¿Como entraste?!—Le dijo su madre, más bien, le gritó, pero no con intenciones de asustarlo, estaba preocupada de que se encontrara ahí, era muy peligroso para el estar ahí y ni siquiera ella misma estaba segura de si algún día podría estar listo para entrar en ese lugar.

—mamá... y-yo—Jungwoo trato de decir algo pero estaba muy nervioso y asustado por la aparición (y la reacción) de sus madre.

Sin esperar más, su madre lo tomó del brazo y volvieron por donde entró Jungwoo, una ves de vuelta a su casa, fuera de ese laboratorio, su madre cerró la puerta y le puso seguro.

—Escucha, promete que no volveras a entrar aquí nunca más, ¿entendiste?

—pero-

—¡Prométemelo Jungwoo!

Jungwoo estaba muy confundido, nunca había visto su madre así de... ni siquiera estaba seguro de cómo estaba su madre, si enojada, preocupada o asustada, quizás era una combinación de todo, pero el estaba seguro de algo, esta vez, le haría caso a si madre, pues la reacción de esta, si lo asusto un poco.

—...Esta bien, prometo no entrar de nuevo

Su madre suspiró de alivio—bien, ahora ven conmigo

—¿A dónde?

—No puedo arriesgarme a que sigas con los recuerdos de lo que viste ahí, te los tengo que borrar

—pero, ¿lo que pasó ahora?

—Eso no te lo borrare, no te gusta romper promesas y aunque luego signifique que estarás confundido, prefiero que mantengas los recuerdos de la promesa para no volver a entrar ahí, te he dicho miles de veces que tienes prohibido entrar ahí Jungwoo pero no me haces caso

The devil inside on me | NCT {MFOH 2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora