𝐕𝐀𝐆𝐀𝐓𝐇𝐈𝐑𝐓𝐄𝐄𝐍 | 13

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NOVA

Le había cogido un poco de miedo a la noche, de eso me había dado cuenta no hace mucho. La oscuridad, los taxis, los hombres con aspecto dudoso, todo eso me ponía en alerta inconscientemente y no me gustaba para nada sentir ese escalofrío creciente en mi pecho. La verdad es que era una mujer indefensa, por más dinero que tenga no me hace aprender arte marcial ni crecerme los músculos por arte de magia.

Da miedo. Me da miedo que algún día sea yo de las que aparecen en las noticias encontradas en algún lugar lejano sin vida.

Es por eso que desde el incidente la presencia de Toji había sido beneficiosa para que ese miedo no se descontrole. A pesar de su intimidante aspecto, Toji me había salvado, había sido el único quién había visto mi rostro muerto de miedo, eso había sido suficiente para que viniera por mí. Y no sé qué es del hombre que me intentó secuestrar, pero sí sé que Toji se hizo cargo de ello.

Es por eso que estaba muy feliz de que ahora él fuese mi guardaespaldas oficial.

—Enhorabuena, cuarentón, me vas a ver todos los días a todas horas ~ 

— ¿Premio o castigo? — respondió con burla. Lo miré mal y le saqué la lengua cual infante.

Habíamos llegado ya a la residencia, la cual curiosamente quedaba al frente del edificio de mi padre, definitivamente todo había sido fríamente calculado por ese rubio sobreprotector.

La casa no era gigante, pero sí tenía lo suyo, era amplia y de diseño minimalista. Me gustaba porque no daba un aspecto vacío a pesar de tener pocos adornos, de sentía bien.

Los cuartos se encontraban en el segundo piso, Toji y yo habíamos elegido nuestros cuartos y por darme el gusto me quedé con el más grande, aquél que tenía un ventanal hacía el patio trasero. Me gustaban los ventanales. Habíamos subido previamente las maletas, por no decir que Toji se encargó solo de eso, y había decidido ordenar todo en mi nueva habitación.

No había tardado mucho, no tenía tantas cosas. Bajé a buscar algo para comer y pegué el grito de mi vida cuando encontré a un pelinegro en traje.

—¿Qué sucede? — preguntó Toji casi saltándose escalones. Apenas escuchó mi grito bajó en volada.

Ow se preocupa por mí.

Pues claro, es mi guardaespaldas.

Salí de mis pensamiento cuando vi a Toji ponerme detrás de él con delicadeza, sin pensarlo me sujeté de su mano con un temblor involuntario. No supe porqué sentí tanto miedo de pronto.

— Identifícate. —ordenó Toji.

— Jinwoo, guardaespaldas de guardia de 12-5AM. — mostró su identificación y Toji asintió.

— Encárgate de la guardia fuera de casa.

Fue lo último que dijo y él contrario asintió mientras se retiraba sin titubear. Mis manos dejaron de temblar y mi agarre en su mano se había hecho más suave, no había notado que por poco le hacía un hueco en la mano por la fuerza ejercida. Solté un suspiro de alivio.

— ¿Estás bien? —preguntó con un tono suave volteándose hacia mí. Le sonreí dulcemente por la pregunta, se notaba un poco preocupado a decir verdad.

— Claro. No sé por qué me asusté tanto, jaja. — solté una risa nerviosa mientras soltaba lentamente su mano de la mía. Admitía que me encantaba el toque de su mano, pero no era el mejor momento — ¿Pedimos pizza?

— Como quieras.

Fue lo único que respondió, lo tomé como un 'sí mi amor, lo que tú quieras'.  Pedí dos pizzas por Rappi y solo me senté a esperar mientras veía algo en la TV.

VAGABOND ━━ Toji FushiguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora