𝐕𝐀𝐆𝐀𝐅𝐈𝐅𝐓𝐄𝐄𝐍 | 15

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NOVA.

El incidente había ocurrido ayer, desde ese entonces hasta ahora había permanecido en casa por orden de Toji. ¿Por qué le hacía caso? Por que estaba conmocionada y desanimada. Sentirme de esa forma era totalmente nuevo para mí, era una dificultad que me impedía hacer actividades cotidianas y eso me molestaba, sumando el hecho de que causaba una gran preocupación en las personas que me importaban.

Me sentía como una molestia indefensa. Me sentía débil.
Joder que lo era, había vivido toda mi vida dentro de una burbuja donde me creía intocable, pero realmente no lo era, comparada con la fuerza de un hombre realmente me reducía a cero. Ya no me sentía tan altiva.

Renegué para mí misma mientras Toji me miraba desde el sillón personal. Estábamos en el living viendo películas de acción.

—Y ahora qué te picó? —preguntó aburrido pero con una pizca de interés.

Lo miré. Le hice un puchero con los labios que lo hizo hacer una mueca. — Voy a ir con una terapeuta.

—Tómate tu tiempo, niña, no te fuerces.

No lo entendía, definitivamente no lo entendía. Me sentía como un estorbo viviente incapaz de poder avanzar con normalidad. Me frustraba mucho. Quería llorar, pero si lo hacía me sentía exagerada y dramática.

Al carajo, no controlo mis emociones y estoy en mi derecho de poder expresarme libremente en mi puta casa aunque parezca una berrinchuda.

—Carajo, mierda —murmuré mientras sentía como mi rostro se calentaba y mis ojos se humedecían. Hice lo posible porque no salgan las lágrimas apretando mi puño como una ratita, pero no sirvió y las gotas cayeron sobre mis muslos. Pues sí, estaba con la cabeza hacia abajo.

Lo que menos quería era preocupar más a Toji y que tenga una imagen tan infantil mía.

Y lo que menos esperaba era que en menos de cinco segundos se encontrara a mi lado con su mano en mi rostro levantándolo para mirarlo, sus gestos faciales eran suaves y denotaban pena.

—¿Qué? ¿Por qué lloras? ¿Te duele algo? — su tono de voz me conmovió aún más haciendo que mis lágrimas bajasen con más fuerza. Me abrazó contra su pecho acariciándome el cabello.

Me sentía como una niña en su lugar seguro... ¿papá?

Ay no, que es broma.

Sollocé por un buen rato, necesitaba desahogar todo aquello que no había podido desde que conocí a Toji, todo el miedo, la debilidad, la frustración, la impotencia, todo lo lloré en su pecho. Teniendo en cuenta que seguro había empapado su camiseta, pero que va si yo se la compré.

— Ya está... tranquila.

—Muchwas graciad, du verda. — sorbí mi nariz y limpié los rastros de lágrimas con su camiseta. Ya estaba sucia, ni modo. Usaré la excusa de que con mis mocos en su camisa estoy marcando territorio.

—Ew —hizo una mueca extraña que me hizo soltar una carcajada. — Te ves más linda cuando ríes.

Mi rostro se encendió en fuego y mi corazón palpitó fuertemente. Este hombre iba a hacer que mi piel se canse de tanto estar erizándose por sus conductas que me vuelven loca. Ayuda Señor.



...




— ¡Mi princesita!~

Se lanzó hacia Nova con intención de abrazarla, sin embargo Toji se interpuso entre ellos, lo que no esperaba fue que con una fuerza brutal lo empujase con prudencia y cumpliese con su objetivo.

Nova lo recibió con una expresión feliz pero un poco hastiada. No sentía miedo, era incapaz de sentirlo con alguien que la ha protegido la mayor parte de su vida, su querido tío.

Por otro lado Toji estaba sorprendiendo y con un malestar creciente ¿Cómo era posible que aquél hombre haya derribado su muro con el que protegía a Nova? ¿No era lo suficientemente fuerte para ella? Los pensamientos inundaban la cabeza del pelinegro.

—Tú eres Toji ¿No es así? —preguntó con el brazo en el hombro de la rubia.

Toji estaba con la vena hinchada viendo ese descaro.

— Toji, él es mi tío Gojo Satoru, no es sanguíneo pero me ha cuidado desde pequeña...sí te hablé de él.

— ¡Aw! Mi ricitos de oro habla de mí, como te adoro Nova, no crezcas más. — hizo un lloriqueo falso y a su vez restregaba su mejilla contra la de ella, muy cariñoso al parecer de Toji.

— Tengo el cabello lacio...

— Mh, soy Toji el guardaespaldas personal de la Señorita Nova. — se presentó con frialdad e indiferencia a él.

—Tienes que entrenar más esos musculosos Toji, no debe ser posible que alguien como yo rompa tus defensas. Bah, igual yo soy el más fuerte! —carcajeó solo. Como siempre, pues era el único que entendía sus propios chistes.

Nova estaba acostumbrada a la clase de comentarios de su tío, era medio rarito y egocéntrico, pero era buen tío después de todo, era genial. Aún recuerda cuando le enseñó como patear genitales masculinos en la secundaria, en su defensa ella estaba siendo hostigada por un compañero depravado de clase, se lo merecía.

A diferencia de Nova que estaba tranquila con la personalidad extravagante de Satoru, Toji estaba con la vena hinchada (sin especificar cuál) apretando la mandíbula casi rompiéndose los dientes, esperaba que ese hombre se fuese pronto, porque no han pasado ni diez minutos y ya le picaba el puño.

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⏰ Última actualización: Apr 17 ⏰

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VAGABOND ━━ Toji FushiguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora