Abrí los ojos mirando un techo que antiguamente era blanco y en la actualidad era de un color gris.
Mi cerebro estaba lento, trataba de recordar cómo había llegado aquí, recordaba estar con Evans, lo habíamos pasado genial, no había sido para nada incómodo, habíamos bromeado.
Estaba de regreso a casa, cuando vi por el rabillo del ojo un chico, vagamente familiar, que se internaba en el bosque.
La curiosidad venció y casi sin darme cuenta mis pies comenzaron a seguirlo.He de reconocer que acabé perdiéndome, fue entonces cuando me giré y allí observándome estaba el lobo que me persiguió.
A partir de ahí mi cerebro comenzó a trabajar con más rapidez, recordando la persecución, la caída, el otro lobo y mi desmayo.
ESTÁS LEYENDO
¿Acaso soy caperucita roja?
Hombres LoboHace mucho tiempo, una chica con una capa roja lleva... No, ni hablar yo no soy esa, todo lo que conoces del cuento borralo de tu mente, esta es MI historia y esta claro que no soy caperucita roja. Para empezar mi abuela no es del todo... normal, se...