Descubrimientos

653 53 4
                                    

Estaba sentada en el sofá sujetando firmemente una taza entre mis manos por lo menos no estaba tambaleándome en la esquina más cercana, ya lo sabía todo y cuando digo todo me refiero a todo.

Justo antes de llegar a la casa Daniel me sujetó, intentaba decirme algo, estaba demasiado nervioso, entonces llegó una chica muy alta con el cabello negro y brillante que le llegaba a la cintura, ella se acerco a mí, me sonrió de manera burlona y BOOM ante mí se encontraba una loba gris, lo único que no cambió fueron sus ojos azules.
No pude evitarlo se me escapó una risa nerviosa, Daniel miraba mal a la loba, esta por su parte no le hizo ni el menor caso, simplemente se sentó observándome.
Yo por mi lado me quedé mirando fijamente a Daniel, este giró lentamente la cabeza en mi dirección, me miró temeroso.
-Así que esta debe ser Steffany- Él asintió, yo miré a la loba con atención inclinando ligeramente la cabeza -Supongo que también te conviertes en lobo, ¿no?- Otro asentimiento - Y dime, ¿No crees que deberías habérmelo dicho tú?- Dije mientras le pegaba fuerte en el hombro, Daniel volvió a mirar mal a la loba.

Y eso fue lo que pasó, ahora me encontraba en el salón de mi abuela rodeada de personas que nunca antes había visto y sabía que cualquiera de ellos se podría convertir en un feroz lobo y merendarnos a mí y a mi abuela juntas, hablando de mi abuela, esta ya sabía todo y por supuesto no tenía planeado decírmelo nunca, honestamente creo que tengo una gran abuela todo se basa en la confianza, que se note el sarcasmo.

Las personas en la habitación discutían seriamente acerca de lo ocurrido en el bosque, al otro lado del salón se encontraba Steffany, mi radar interno me dijo que ni se me ocurriera acercarme a ella, estoy segura que me mordería tantas veces como pudiera.

Decidí concentrarme en el asunto, bueno pero ¿a quién pretendo engañar? En realidad estaba pensando en comida, sinceramente todo esto de descubrir cosas hacía que me entrara mucha hambre.

-¿Que me he perdido?- Juro que batí el record olímpico de salto de altura, me giré hacia la chica que me había asustado, tenía el cabello rubio y ligeramente ondulado, la verdad me esperaba unos ojos azules pero no, tenía unos cálidos ojos marrones, me lanzó una sonrisa de disculpa - Me llamo Channel- la miré y miré, tratando de procesar todo, no es culpa de mi cerebro, ella trato de matarme con un infarto.
-Me llamo Katy-
Daniel a mi lado soltó un sonoro bostezo miró a Channel y dijo muy serio - Ten cuidado le gusta maltratar a las personas, es muy cruel-
Lo miré mal -Te merecías ese golpe-
Él negó con la cabeza - Mi hombro nunca volverá a ser el mismo, guardemos todos un minuto de silencio por todos los hombros perdidos por culpa de ella-

Channel se hecho a reír, por mi parte traté de aguantar pero fracasé.


Escribí demasiados posibles capítulos y ninguno me convencía :(, pero da igual aquí está todavía no me convence del todo pero que le vamos a hacer.




¿Acaso soy caperucita roja?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora