La leñadora

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Mis pensamientos mientras corría eran, debo encontrar a los chicos, debo encontrar a los chicos, lo repetía una y otra vez.

Paré, ya no podía más, estaba tratando de recuperar el aliento cuando un gruñido a mis espaldas me hizo tensarme, lentamente me di la vuelta solo para toparme con aquel lobo horrible que parecía tener una extraña obsesión por mi.

Comencé a retroceder lentamente, ante mi el lobo me enseñaba los dientes, tenía una boca enorme y un hilillo de baba se le escurría por un lateral, mi pensamiento fue: ugh, asco.

El lobo echó las orejas hacia atrás, se agazapó y yo sabía lo suficiente de documentales que el lobo no quería exactamente que le rascase la barriga, se abalanzó sobre mi y al día de hoy todavía no entiendo como llegué a esquivarlo, supongo que esa hormona llamada adrenalina si servía para algo.

Corrí, corrí como nunca antes había corrido en mi vida, no se en que momento me había internado entre el bosque, las ramas de los arbustos me rasguñaban la cara y tiraban de mi como dedos fantasmales, desgraciadamente no fui lo suficientemente rápida.

Primero sentí un gran golpe, después vino el dolor, estaba tirada en el suelo, el animal tenía mi tobillo derecho entre sus fauces, estaba apretando tan fuerte que vi como la sangre comenzó a caer por los bodes de su boca y claramente grité, porque créeme duele, bastante.

Una risita se escuchó, de entre los árboles apareció Beca, en sus labios adornaba una sonrisa maníaca, una de sus manos arrastraba un hacha, lo suficientemente grande como para dar miedo si la encuentras en cualquier lado, así que imagínate el hacha siendo empuñada por Beca.

-Vaya, parece que la pequeña caperucita a caído ante el lobo feroz, pero no te preocupes que ya llega el leñador para quitarte este sufrimiento- El lobo, la miraba atentamente sus ojos parecieron brillar con diversión, lentamente me soltó el tobillo y fue retrocediendo lentamente hacia atrás.

Tan pronto me vi liberada me arrastré con rapidez, pero un fuerte golpe en mis costillas me hizo girarme, quedando así boca arriba, Beca estaba en frente de mi, mis ojos se abrieron con horror cuando vi que alzaba el hacha y esta comenzó a caer hacia mi rostro.


Bueno, esto fue una mini maratón, perdón por hacerlos esperar, pero solo quiero avisar de que seguramente mañana publique los dos últimos capítulos de la obra, asi que espero que les guste.

¿Acaso soy caperucita roja?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora