Solo te pertenezco a ti

9. Te amo

POV Sasuke

Naruto me observaba desde el lado contrario de la sala, su curiosidad despertó cuando Sarada preguntó por esa persona misteriosa. Las circunstancias de ahora me animaron a tener esta conversación con Sarada, ya no le veía motivos en seguirle ocultando, sabiendo que ahora tendrá un hermano y que Sakura tiene una relación con alguien que no he conocido aún.

Mi intención era ser sincero, porque tal vez me imagina que alguien tan frío y distante como su padre jamás podría guardar un sentimiento tan grande como el que tengo por Naruto. Pero no es así, que sepa que la persona que soy hoy en día, es gracias a él, porque he vivido enamorado de él por muchos años, porque él me cambió, me hace querer ser mejor persona, por él, por Sarada, por aquellos que me importan y que quiero proteger. También temo que la verdad pueda crear otra distancia entre nosotros, algo que no deseo, pero que me hace responsable de hacerlo de todos modos.

–¿Si conoces la situación de tu mamá y yo verdad?

–Sí. Lo sé, papá, pero...

Naruto, cruzado de brazos, puso más atención a lo que respondió Sarada. Él no estaba consciente de ello, no tenía idea y no lo culpo, incluso pensó que iba a ser papá por segunda vez. Sarada es nuestra hija, sí, pero es escaso el tiempo que paso con Sakura, lo que sí es que procuro agradecerle las veces necesarias por todo lo que hizo por ella y por mí. Por eso necesitaba saber quién es el padre de ese bebé. Seguramente Kakashi sepa algo que yo no, dado que él ya estaba sabía que Sakura y yo nunca fuimos pareja.

–¿Pero? –pregunté nervioso.

Ya no estaba seguro si ella lo tomaría como algo negativo y temí por lo peor.

–Mamá me dijo que no estaban juntos porque tú amabas a otra persona.

Joder. Mis mejillas ardieron de la vergüenza y de nervios. ¿Así que ya sabía algo de la verdad? Pero luego divisé el desconcierto de Naruto, no estará pensando que se trataba de otra persona que no fuera él, ¿verdad?

–Voy a hablar seriamente con tu mamá –bromeé, con un poco de vergüenza, me sentí expuesto. No me quedó más opción, aprovechando la atención persistente de Naruto. –Yo estaba enamorado de alguien, sigo enamorado de esa persona. Pero nunca fui digno de ella, lo único que puedo hacer es asegurarme de que sea feliz.

–¿Puedo preguntar quién es?

Sarada permanecía a mi lado con su cabeza recargada en mi pecho rodeada con mi brazo, escuchando atentamente. Respiré profundo y dirigí mi vista a aquel brillo proveniente de ese par de azules.

–Es al que conoces como el Séptimo Hokage, Uzumaki Naruto –finalmente lo dije, contemplándolo desde mi posición, sonriéndole.

Sarada se estremeció al escucharlo. Reincorporó su postura con el semblante confundido y con amago de sonreír.

Ahora yo era el confundido.

–¿El Hokage? – extrañamente, no había muestra de enojo o molestia.

Asentí con una sonrisa y una lágrima amenazando por salir. Yo mismo estaba conmocionado por haberlo liberado tan fácil que se sintió natural decirlo.

–Sí –acaricié su pelo. –Tú admiras al Hokage, ¿verdad? –asintió perpleja. –Y es obvio que lo hagas, es el shinobi más fuerte y valiente que conozco. Hizo cosas que nadie se atrevió a hacer. Así como tú encontraste motivos para admirarlo, incluso querer ser el Hokage, yo no pude evitar enamorarme de él –Naruto estaba atónito, inflando el pecho con intensidad, mientras que Sarada estaba absorbiendo el impacto de mi confesión. –Te cuento esto porque Naruto siempre ha sido importante para mí y porque ya es tiempo de que lo sepas. No me gusta ocultarte algo tan valioso como esto que te comparto. ¿Estás bien con eso? ¿No te molesta?