Samanta
Huele a sangre, frente a mi ahí una gran puerta de metal oxidada, la adrenalina hace que la abra de golpe... un pequeño bombillo parpadea en el techo dejándome ver cadáveres, a mis pies se encuentra una Daniela con bastante heridas.
— Ayúdame —dice con una voz rasposa mientras estira una de sus manos a mi dirección— Samanta tengo miedo....
Top top...
Top top...
Escucho sonar la puerta principal, miro el reloj, son las 10:48 am. La casa se encuentra en silencio eceto por los constantes golpes de la puerta, es raro que Daniela no la allá abierto ya. Suspiro y decido levantar me para ver quién llama con tanta constancia, pero antes, tomó el cuchillo que tenía debajo de mi almohada.
Anoche llegue algo tarde y como no vi a Dani por ningún lado pensé que ya se había ido a dormir. Así que solo me duche y fuy a dormir.
Al llegar a la puerta pongo el cuchillo a un costado de mi cuerpo dándome facilidad para atacar por sorpresa, tomó la perilla y abro la puerta, frente a mi se encuentra Michael.
— Al fin abres —se cruza de brazos y yo le apuntó con el cuchillo.
— Y tu ¿porque demonios fastidias mi sueño? —el levanta las manos a modo de defensa.
— Llevo 20 minutos tocando a tu puerta, estuve llamando a Daniela toda la mañana para hablar sobre el entrenamiento, como no contestaba decidí venir.
Lo miro confundida, Daniela no es alguien que se separa del tlf, siempre atiende las llamadas y mensajes casi de inmediato. Además siempre a esta hora ya debería estar dando vueltas por la casa. El sueño de esta mañana se hace presente en mi mente, corro a la habitación de mi hermana con una presión en mi pecho, los oídos me zumban por los latidos acelerados de mi corazón.
— Los Augury blue significan que una persona cercana a ti esta en peligro —escucho decir a un chico.
Trato de ignorar esa frase, pero aún así abro la puerta con fuerza de su cuarto haciendo crujir la madera.
¡Mierda! Daniela no esta, entró a su cuarto mientras la llamó pero nada. Su cama esta intacta como si no fuera dormido aquí, las manos me tiemblan ¡Demonios! Anoche debi haberme asegurado que ella estaba aquí, comienzo a revisar la casa desesperadamente. Una sensación de vacío y malestar me invade cuando no encuentro rastros de mi hermana, ¡Maldita sea! Se esta repitiendo lo mismo que la última vez.
Corro a mi cuarto para vestirme con lo primero que encuentre, me dirijo a mi auto con Michael pisando me los talones en silencio.
— Llama a los demás —le ordenó— que vallan a la oficina, diles que es un Código gris.
Nos subimos a mi camioneta y comienzo a conducir a toda velocidad mientras el realiza las llamadas, a lo lejos veo varias patrullas estacionadas en un parqué. Por instinto freno abruptamente la camioneta al notar que ese es el parque favorito de Daniela, siempre que camina vamos de regreso de su trabajo ella le gustaba descansar allí.
Bajo del vehículo sin estacionarlo y corro al lugar con el corazón en la boca, imágenes de Daniela ensangrentada, apuñalada o mutilada, y muchas más inundan mi mente.
— Señorita no puede pasar —dice un policía cuando intentó pasar más allá de las cintas policíacas.
— ¡Quite se de mi caminó! —le ordenó.
— Señorita... —Trata de reprochar me él policía pero la voz de Catia lo interrumpe.
— Yo me encargó de esto —le habla con amabilidad y luego me mira— ven con migo.
La sigo más allá de la cinta policíaca, el lugar se encuentra hecho pedazos: algunas partes de la escena se encuentran quemadas; árboles derrumbado en el suelo a la fuerza, algunos sin hojas, o con la corteza abollada; la tierra y el césped esta desnivelada y revuelta.
Aquí hubo una gran pelea, Catia me lleva a un lugar más apartado donde las miradas indiscretas no estén sobre nosotros.
— Se puede saber porque andas formando un escándalo vestida así —miro mi vestimenta, es cierto, no llevo mi uniforme.
— Olvidé que tenía puesto esto —suspiro—
Daniela desapareció.— ¿Ya la llamaste?
— Bueno Michael ya la llamó y no le contesta, y cuando fuy a su habitación no estaba.
— ¿Ya la buscas te en la biblioteca? —trata de tranquilizar me— oh, en la casa de Santiago ¿Ya lo llamaste para ver si esta allí?
— pues no —digo avergonzada.
— No deberias alterar te asi sin estar tan segura de que esta desaparecida, tal vez se le descargo él tlf, deberías controlar tu paranoia si no te jugara una mala pasada.
— Tienes razón —me rascó la nuca— ¿Que pasó aquí?
Trato de cambiar el tema, tal vez Daniela esta bien y yo haciendo un escándalo por nada.
— Anoche hubo un incidente, al parecer unos extranjero rebeldes venían por el sur a la ciudad capital para hacer una guerra o algo así —le resta importancia— lo cierto es que de camino aquí hicieron mucho daño a las aldeas y territorios cerca nos al camino principal.
>> Los guardianes y cazadores le siguieron asta la parte sureste de la ciudad alertando las otras autoridades, y así se desató una gran pelea, al parecer unos trataron de escapar y los lograron neutralizar cerca de esta zona y el parque...
Catia sigue hablando pero toda mi atención esta dirigida a un arbusto que se encuentra a unos metros de nosotras, de entre las hojas sobresale un lazo color azul marino, sin darme de cuenta ya me estoy dirigiendo allí, puedo escuchar los pasos de mi amiga siguiendo me.
Tomó el lazo azul marino y al alzarlo puedo ver que es la mochila de Daniela, siento como pierdo el color de la cara al ver que esta cubierta de sangre. Me giro hacia Catia que me mira preocupada, miro a mi alrededor y puedo notar un árbol partido casi por la mita donde ahí unas gotas de sangre y un retazo de tela de la mochila.
— Esto es malo —oigo decir a Catia pero aún así no puedo apartar la mirada de la sangre de mi hermana.
— Quiero un informe detallado de quienes participaron en esta pelea ¡Ya mismo!
¡Mierda! ¿Porque nunca la dejan en paz?
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La Comfuccion de la Diosa Luna
Hombres LoboLas mellizas Grembur, dos chicas con diferentes destinos, Daniela la linda caperucita que estara en la mira del mundo sobrenatural. Samanta posee una oscura y sangriento venganza, su unico deseo es proteger a su hermana. Estas chicas han vivido cosa...