.6.

2 1 0
                                    

Daniela

Corro lo más rápido que me permiten mis piernas, pero igual siento que están más cerca...

Cuando desperté todo a mi alrededor no tenía sentido:

Mi cuerpo dolía un poco, mire a mi alrededor y note que no estaba en mi habitación. Junto a mi esta el chico de aquella noche, el lobo... Mi cuerpo tembló al pensar que fui secuestrada por una de estas criaturas.

En la ciudad es común que vivan seres del mundo sobre natural, pero por algún motivo cuando alguno de ellos esta cerca de mi, siento pánico y nervios. Se que no todos son malos, pero como mis recuerdos están perdidos no se la razón de por qué reaccionó de ese modo.

Salgo de la cama con cuidado de no despertar lo, aun que él chico esta plácidamente dormido, por cada movimiento que hago al alejarme de él... gruñe como un animal salvaje.

Logró salir de la habitación para encontrar me con un inmenso pasillo y varias puertas, ¡madre mía!, esto parece una mansión. Miro la hora del reloj en la pared y noto que son casi las cuatro de la tardé. Mi hermana debe estar preocupada por mí, tengo que ver cómo salir de aquí.

Camino por el pasillo sigilosamente en busca de la salida, al Fondo me encuentro con unas escaleras que llevan a la planta de abajo, miro más allá y noto una puerta abierta que da al jardín, ¡Bingo! Grita mi mente.

Bajo lo más rápido que puedo por los escalones sin caerme, ya puedo oler la libertad, camino apresuradamente a la puerta sin mirar a mi alrededor, grabe error. Soy estampada contra la pared. No se por qué, pero siento un deja vu... nótese el sarcasmo.

Un chico de cabello rojo, ojos azules y tez blanca, su cuerpo era como del otro chico con musculos sin ser exagerados, esbelto y de una altura como uno ochenta y tres. Sus pupilas se dilataron al encontrarse con mi mirada.

— Mi luna, al fin te encuentro —una extraña corriente pasa por mi espalda.

— oh, Alfa veo que atrapo a mi mate —dice el peli negro, mientras el peli rojo lo ve confundido— que escurridiza es mi compañera.

— ¿de que hablas beta?

— Saúl, ella es de la chica de la cual te hable, mi mate —frunce el seño— por favor la sueltas.

El tal Saúl me suelta pero se planta frente al beta.

— Es imposible, por que su olor me indica que es mi mate —el castaño lo miro sorprendido— Taemin ¿seguro que no estas equivocado?.

— ¡noo! mi lobo esta feliz por encontrarla asta cuando la toque senti una descarga eléctrica, es ella —dice muy seguro mientras me toma del brazo— tu debes estar equivocado.

— imposible, a mi me sucedio lo mis... no, no, no, debe ser una equivocación. —ruge mientras Taemin me oculta en su espalda.

— la diosa luna nunca se equivoca al darnos nuestros mates.

— Pero como es posible que tenga dos mates... esto nunca se a visto en nuestra especie.

De un momento a otro aparecen más personas al lugar y todo se funde en un alboroto por la situación actual, aprovecho la distracción y escapó...

Hace varios minutos que escape pero aún así puedo sentir que me están rastreando. Un repentino dolor de cabeza aparece junto a pequeñas imágenes. Son pequeños fragmentos que se muestran borrosos, pero no puedo distraerme..

La Comfuccion de la Diosa LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora