Capítulo 7

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La puerta de mi habitación se abrió de golpe. Mi madre entró con una sonrisa que se congeló al mirar el acompañante a mi lado.

—¿Ilei?

Improvisé.

—Mamá él es... Darían. Darían ella es mi madre.

Darían sonrió por mi mentira, a lo que le propiné un codazo.

—Mucho gusto señora —estrechó su mano.

—¿Y qué hacían aquí?

Buena pregunta.

Miré a la persona frente a mi madre, no sabía qué decir.

—Ella me estaba ayudando con unas operaciones...no se me dan muy bien las Matemáticas.

—Qué raro. A Ilei tampoco se le dan bien.

Aguanté mis ganas de chocarme contra la pared; sin embargo, no iba a hablar. Él tendría que sacarnos de la encrucijada.

—Tenemos un trabajo juntos...intentamos hacer lo que podemos. A ella se le dan mejor que a mí.

Mi madre nos escudrinó recelosa, mas se limitó a sonreír.

—Bueno...,pero supongo que podrían estudiar abajo la próxima vez. ¿Te quedarás a cenar?

—Me encantaría...pero mis padres me esperan.

—Está bien. —Se quedó junto a la puerta, entendí que no se iría sin que él bajara con ella.

—¿Papá está aquí?

—Se fue a dar un ducha.

Me acerqué a Darían y le puse una mano en el hombro.

—Él ya se iba... pero... ham... desearía que no hablaras con papá sobre esto.

Mamá sonrió, maliciosa.

—De acuerdo.

*

El sábado llegó antes de lo esperado y otra vez me encontraba en la cafetería. Lena me sonreía como si tuviéramos algún secreto, no le di mucha importancia. Lena siempre era rara. Pero no pude aguantarlo más cuando subía y bajaba las cejas seguidamente.

—Bien —dejé la bandeja en la barra—, ¿qué quieres?

—No sabía que te iban los menores...

—No me van los menores, de qué hablas.

—Pues te va Darían.

—¿De qué....—paré en seco. A la única que persona que yo conocía o le había dicho Darían era a él. No me llegó ningún nombre a la cabeza cuando mamá entró en la habitación e inmediatamente pensé en el hermano de Dylan en el libro de Treyvel y decidí que lo presentaría así ante mamá.

Así que el usa el nombre que le escogí. Interesante.

—¿Hablaste con él?

—Algo así...—levantó un pedazo de papel—. Ha dejado su teléfono.

—Entonces lo sometieron a un interrogatorio.

Se encogió de hombros, divertida, y caminó para seguir en sus deberes. La seguí con dobles intenciones, Jasper era tan amable que siempre que pasaba cerca de él me daba algo...no podía negar que iba en busca de ello.

Lena ya mezclaba algo pardusco, no tenía idea de qué era, pero igual no me importó.

—Mi cocinero preferido.

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