Capítulo 1

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Noviembre 5, 4829: Planeta Regelence: Castillo Nattapol en Classige, Prudenci (la autoridad del país de Regelence).

Unos taladrantes gritos  hacían eco en el castillo, seguido por el golpe de pies desnudos sobre el suelo de mármol. El sonido de la piel golpeando la pulida piedra en la entrada, repentinamente se amortiguó a un suave golpe. Gulf levantó la vista de la pantalla de dibujo.

Muffin, buscaba la ayuda de su hermano mayor, entrando por la puerta del salón, desnuda y escurriendo agua. Su cabello rojo, largo hasta los hombros, pegado a su pecosa cara. Ella corría tan rápido como sus pequeñas piernas la podían llevar, dejando un rastro de agua sobre la alfombra azul y mirando sobre su hombro. Apenas le echó a Gulf una mirada, y se metió debajo de su silla.

Él se mordió el labio inferior para evitar reírse. "Esa debía ser la hora del baño".  Guardando una de sus últimas pinturas, colocó el estilete que sostenía a un lado de la pantalla. Se inclinó sobre la silla, levantó el tapiz de damasco dorado. Retiró los húmedos rizos de la frente y se enfocó en los enormes ojos azules.

Muffin llevó su pequeño dedo a los labios mientras ríos de agua bajaban por sus sonrosadas mejillas.

-Shhh... Yo debes tú, Gulf.

Bajando la tela, Gulf regresó a su lugar, aún luchando para ocultar su alegría. La niña de cuatro años no pensó en Kamnan, el computador del castillo que sabía todo lo que sucedía bajo ese techo. Sin duda, Ya Chai, la nana, le había pedido a Kamnan que localizara a la niña.

Gulf decidió tener piedad por el espíritu empapado. Seguro que ella necesitaba un baño, pero era bueno rebelarse de vez en cuando. Mantenía las cosas interesantes.

-¿Kamnan?

-¿Sí, Lord Gulf?- contestó la incorpórea voz de barítono.

-No has visto a Lady Muffin.

- Mi Lord, sabe que no se me permite mentirle a los guardias ni acompañante o su representante, incluyendo a la nada de Lady Muffin.

Gulf suspiró. Él lo sabía, malditamente bien. Dentro del castillo y en sus alrededores eran los únicos lugares que a él y sus hermanos se les permitía estar sin acompañante. Por lo que había tenido que recurrir a sus ardides para tener algo de tiempo para sí mismo.

"Hablando de tiempo a solas..."

Miró el reloj que estaba sobre la repisa de mármol blanco encima de la chimenea. 9:12 a.m. Tres minutos antes de que Fluke apagara a Kamnan,  asumiendo que Fluke pudiera rodear las cámaras de Kamnan, al otro lado del castillo de servicio, y llegar a los paneles de acceso del sistema de seguridad del sótano. La última vez que Fluke logró apagar a Kamnan, sus padres respondieron con más medidas de seguridad.

-Bien, déjame reformular esos. Tú no ves a Lady Muffin, ella está escondida en algún lugar de la casa.

-Eso es cierto, Lord Gulf. Mis cámaras no pueden ver bajo la silla, aunque mis sensores de calor me dicen que ella está ahí. Debo decirle a la nana Ya Chai la verdad.

Gulf resopló. Kamnan podría probablemente elegir las palabras en su respuesta para que Ya Chai exactamente supiera todo eso. No es que eso fuera un problema, Ya Chai podría fácilmente seguir el rastro de agua de la pequeña perdida a su cargo. Pero le daría a la pícara la oportunidad de reafirmar su independencia y causaría un caos en el que él pudiera fugarse. Cuánto más tiempo tardara Ya Chai en entrar al salón, más tiempo tendría Gulf para escapar.

Se oyó el ruido de talones en el pasillo fuera del salón. Gulf sostuvo el aliento hasta que los pasos siguieron. Vio el reloj de nuevo 9:14 a.m., entonces miró hacia la puerta del salón.

1. Mi hermoso capitánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora