Capítulo 8

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Él tenía quince segundos para llegar al final del pasillo y atravesar la puerta de Mew. Si la puerta de Mew tuviera llave... podía incluso ser capaz de llegar al otro lado del pasillo sin ser detectado. Dos minutos antes le había preguntado a Kamnan y le dijo que Mew estaba en la ducha. Gulf seguro esperaba que la información del espía fuera correcta. Mirando el reloj de bolsillo por última vez, Gulf empezó a contar en su cabeza. Diez segundos para partir. Guardó el reloj en el bolsillo de su chaleco, aseguró el cuaderno de dibujo y el lápiz que había comprado para esta expedición. Podría haber usado la pantalla de dibujo, pero los dibujos eran almacenados en la memoria de Kamnan y para lo que tenía en mente no quería correr el riesgo de que algún miembro de la familia curioseara en sus archivos y lo descubriera.

<<Tres, dos, uno...>>

Abrió y cerró la puerta silenciosamente, Gulf corrió por el pasillo. Sus zapatos se deslizaban en el suelo de madera, haciendo que deseara haber ido en calcetines. Afortunadamente, no había nadie en el pasillo a la habitación de Mew, así que él no tenía de qué preocuparse por el ruido que hacían los zapatos. Giró, en el vídeo de Kamnan incluía el audio que también estaba apagado en este momento.

Para su alivio, cuando llegó a la puerta de Mew y giró la manilla, ésta se abrió. Se apresuró a entrar y cerrar lo más silenciosamente que pudo. Kamnan tenía el audio funcionando en la habitación, independientemente de si tenía o no apagado el vídeo del pasillo. No se grababa lo de las habitaciones, pero aun así podía notificar a los padres de Gulf de su presencia. Apoyándose contra la puerta, recuperó el aliento, rápidamente revisó alrededor. El cuarto estaba vacío y podía oír el agua corriendo en el otro cuarto. <<Gracias Kamnan>>.

Sonriendo, buscó alrededor un lugar donde esconderse. No recordaba haber estado en esa habitación antes. La gran cama de cuatro postes estaba contra la pared a la izquierda de la puerta del cuarto de baño. Tenía una ventana alta en la pared opuesta. A la izquierda de la ventana  estaba la puerta del cuarto de baño y un armario. Una chimenea y una librería en la pared a la derecha de Gulf. La habitación estaba iluminada solo por la lámpara de la mesita de noche y el sol que entraba por la ventana. Bueno, eso no era muy brillante. La decoración era oscura y fuerte, con pesados muebles de caoba y profundos tonos brillantes que reflejaban la luz muy bien.

Había una gran silla tapizada con faldón junto a la ventana frente a la cama. Ese sería el mejor escondite.

Cruzando hacia la ventana, a Gulf se le cayó el lápiz a los pies de la cama y rodó hacia la pared opuesta. Cuando Gulf se inclinó a levantarlo, la manilla del cuarto de baño giró. <<Polvos>>. Fue debajo de la silla, dejando el utensilio de granito donde había caído. Su cuaderno de dibujo se deslizó cuando su trasero golpeó el suelo pero logró atraparlo e incluso logró no hacer ruido mientras se acomodaba detrás de la gran silla.

La puerta se abrió. Mew entró al cuarto, su cabello empapado, usando solo una toalla blanca. Unas gotas de agua escurrían bajo el poderosamente construido pecho, donde el vello se estrechaba y desparecía bajo la blanca tela. El hombre era grande y masculino. Sus piernas muy musculosas... y el tamaño de esos pies. <<Buenas galaxias>>.

Mordiéndose el labio, Gulf veía el lápiz de pintor. Ahora, ¿qué se suponía que iba a hacer?

Yendo al armario al lado del cuarto de baño, Mew abrió ambas puertas.

La atención de Gulf se centró en el trasero del hombre. La blanca toalla se ajustaba lo suficiente para que Gulf pudiera hacer una buena definición de su trasero. Su pene estaba medio duro solo con la idea de espiar a Mew. Ahora estaba casi dolorosamente duro. Gulf cerró los ojos y apoyó la cabeza contra el respaldo de la silla. <<Nota para sí mismo, siempre cargar dos lápices  desde a hora>>.

1. Mi hermoso capitánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora