Mew subió las escaleras con una sensación de intranquilidad en su estómago. ¿Qué era lo peor que podía suceder? Él le diría a Problema, probablemente se enojaría y correría a su cuarto a refunfuñar, entonces Mew hablaría de nuevo con él en la mañana. Mew había sido testigo de las rabietas del chico durante años, sabía cómo tratar con ellas. Pero esta se sentía diferente. Había una pequeña duda en su mente de cómo podría reaccionar Problema y eso es lo que preocupaba a Mew.
Tenía un nudo en su garganta del tamaño del Lady Anna. Eso era ridículo, eso eran buenas noticias. Al menos en parte lo eran. Lo que fuera que sucediera, lo manejaría. Llegando al cuarto de Gulf, Mew abrió la puerta. Estaba vacío, así que cruzó al salón que unía el cuarto de Gulf con el de Problema.
Gulf y Problema, ambos, estaban ahí. Se veían relajados y en sus propios pequeños mundos. Gulf en el sofá, con pantalones y camisa, sin corbata, calcetines ni zapatos, su camisa ni siquiera tenía cerrado el cuello, la pantalla de dibujo en sus rodillas. Problema acostado sobre su abdomen, frente a la chimenea, en pijama, con su reader. Ninguno de ellos notó que Mew entró al cuarto.
- Ejem.- Mew cerró la puerta detrás de él.
Gulf levantó la vista y sonrió. Plan en silencio lo saludó con un distraído movimiento de la mano. <<El malcriado>>.
Mew tomó una profunda respiración y avanzó. Para cuando llegó al sofá, Gulf había colocado la pantalla de dibujo aparte y llegaba a su encuentro.
Su niño levantó la cabeza.
- ¿Todo bien?- Gulf envolvió sus brazos alrededor del cuello de Mew y besó su mejilla.
- Sí, todo bien.- Mew besó la frente de Gulf y palmeó su espalda, antes de girar su atención hacia Problema.
Problema levantó la vista de su reader y se encontró con la mirada de Mew.
- Lo que sea, Hawk, yo no lo hice. He estado aquí desde que te fuiste. Pregúntale a Gulf.- Asintió y regresó a leer su libro.
Gulf se rió.
- Ha estado aquí todo el tiempo mientras hablabas con mis padres.
- Ya te dije, no soy culpable.- Gruñó, apagó su libro y lo dejó a un lado.
Mew sonrió. Se preguntaba qué habría hecho el chico. Lo que fuera, Problema estaba alegando inocencia antes de ser acusado, él usualmente hacía eso. Se sentó en el lugar que Gulf había dejado vacío y miró a Problema.
Gulf se sentó a su lado, tomando la mano de Mew entre las suyas. Mew lo amaba incluso más por eses gesto.
- Plan...
- Uh-oh.- Problema se sentó, cruzó sus piernas y vio atentamente a Mew.- Esto debe de ser serio si me dices Plan.
Apretando la mano de Gulf, Mew cerró los ojos y tomó otra profunda respiración. Problema siempre había respondido mejor a la franqueza. Entonces, ¿por qué a Mew se le hacía tan difícil ser directo esta vez?.
- Sé quienes son tus padres. Ellos no te abandonaron, ellos fueron asesinados. Eres Regelen, hijo.
Gulf jadeó.
Problema parpadeó varias veces.
- ¿Discúlpame?
- Eres un marqués y eres de Regelence.
- Oh.- Problema frunció el ceño, bajó la vista a su regazo y se quedó en silencio por varios minutos.
Gulf tocó el brazo de Mew.
- ¿Cómo lo descubriste? ¿Qué familia?
- Tu sire vio la marca de nacimiento de los Regelence bajo su brazo y lo descubrió. Yo vi la tuya pero no hice la conexión. Tul pidió un examen de ADN al equipo médico del Lady Anna y tiene la prueba. Su familia eran los Prasoet.
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1. Mi hermoso capitán
RomanceLa vida del conde de Saeueng da un giro inesperado y se ve obligado a dejar todo atrás convirtiéndose en el feroz y temido capitán intergaláctico de la fuerza aérea Mew Suppasit. Cuando ocurre un robo de armas en Regency, un planeta con realeza, se...