CAPÍTULO I

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Amelie

Después de siete largas y tortuosas horas en la preparatoria por fin terminamos la semana de exámenes. Ahora solo quedará saber que va ser de nosotras este verano.

Alya, mi mejor amiga, nos invitó a su casa para ver que podríamos planear para nuestras pequeñas vacaciones, por eso ahora; Alya, Tyler, Emma y yo nos encontramos en el auto del padre de Emma, camino a su casa.

-Creo que una buena opción sería acampar en el lago cerca de aquí o ir a un campamento de verano en Plockton. -Dijo Tyler –aunque en Plockton, se dice que suceden cosas anormales, desde decenas de animales muertos hasta desapariciones extrañas y sin resolver. –Concluyó con una mueca.

-No creo en esas cosas, además lo de los animales puede ser algún tipo de peste y lo de las desapariciones pueden ser escapadas de adolescentes, ¿No? –Dijo Emma, aunque no la noté muy segura de ello.

Una vez, ya en casa de Alya, ella nos abrió la puerta de entrada, pasamos por la cocina en busca de refrigerios y fuimos a su habitación a buscar acerca de que actividades se pueden practicar en Plockton ya que nunca habíamos visitado ese sitio.

Después de un largo rato encontramos varia información acerca de deportes extremos, paseos y culturas, montañismo y campamentos de verano; por fin dimos con algo que nos gusta a todas: El senderismo, paseo que inicia desde el castillo Duncraig al precioso pueblo de Plockton, el viaje dura aproximadamente una hora, por lo que realizaremos más actividades durante una semana. Debido a que es un pueblo del que desconocemos contactamos un guía privado que nos dará un recorrido por los bosques de Plockton.

-La agencia de turismo que contrataron dijo que su guía las estará recibiendo en el aeropuerto la semana que viene, y luego de haberse instalado en el hotel podrán salir a recorrer las calles. –dijo la mamá de Alya, muy emocionada saliendo de la habitación.

-Creo que alguien está muy emocionada de que te vayas, ¿No crees? –murmuró Emma.

-No seas tonta, solo quiere que estemos juntas en nuestro último verano de preparatoria antes de ingresar a la universidad. -explica Alya.

-O solo quieren estar juntos para darte un hermanito, ¿Eh? –dijo Emma con voz de burla.

Todas reímos luego de que Alya se quedara en silencio procesando las palabras de Emma.

-Bueno basta, será mejor que vayamos de compras. –concluyó Alya desviándonos del tema.

-Tienes razón, ya que no creo que la ropa que tenemos ahora pueda soportar el frío de Plockton, ya que hace más frío que en Breamar. –expresé.

. . .

Llegamos agotadas después de dar un recorrido por todo el centro comercial y antes de comprar la ropa nos desviamos un poco y terminamos en el área de comida. Luego de que Emma haya tirado su batido encima de una señora mayor, y recibido una buena regañada, solo por salir corriendo de Alya que le quería quitar un poco de su bebida. Y por fin, el momento de las compras, puede que hayamos comprado un poco más de lo que se necesite para una semana pero que puedo decir, amamos hacer compras y esta era una excusa perfecta para ello y por supuesto también para comer.

. . .

-Ya estamos a unas cuantas horas de irnos y aun no tienes listo tu equipaje, ¿es enserio? Se supone que Emma es la que siempre hace esto. -regaño a Tyler.

-Lo siento chérie, ya sé que me lo dijiste varias veces, pero el libro que estoy leyendo tiene más prioridades que esta ropa, además ya estoy casi lista. –me dice tratando de recoger todo lo que necesita y no olvidarse de nada.

Luego de media hora salimos de su casa, y nos dirigimos a casa de Alya donde nos esperan ya listas ella y Emma. Apenas el coche que alquilamos estacionó en la acera de Emma ambas empezaron a poner su equipaje en el maletero.

- ¿Por qué razón se demoraron tanto? Llevamos esperando más de media hora fuera de mi casa. –expresó Alya.

-Pregúntaselo a Tyler. -digo en tono acusatorio.

. . .

Por favor presenten su visa y boleto de avión para poder ingresar. – dice la azafata, a lo que todas empezamos a sacar nuestros papeles para presentarlos- muchas gracias, pasen por favor.

Una vez ya dentro del avión, nos aseguramos de estar en los puestos correctos y nos ponemos a charlar mientras esperamos que el avión despegue, para luego emprender un vuelo de dos horas hacia nuestro destino.

Un falso veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora