Los días restantes para el gran evento transcurrieron con normalidad, o al menos toda la normalidad que podía haber en el hecho de que un omega se había atrincherado en el hogar de Ava para secuestrarla.
¿Y qué fue más imprudente? ¿Qué Gabriel realizara tal proposición? ¿O que Ava aceptara? ¿O más bien que Adriana y Lilian también aceptaran?
Iván fue el único en entrar en pánico ante su idea, y aunque intentó convencerlo sobre la terrible idea que había propuesto, Adriana y Lilian salieron en su defensa. Por tanto, el alfa no tuvo más opción que aceptar a regañadientes que secuestraran a su hermana, con la única condición de que él los supervisaría.
Ava aún desconocía el motivo de su propuesta, pero se sentía tan bien tenerlo allí que no haría ninguna pregunta al respecto.
Esa mañana, el día en que la época de cortejo daba comienzo para todas aquellas parejas que desearan proclamarse amor eterno, Gabriel realizó un desayuno completo.
Lilian casi echa a llorar de pura felicidad al ver todo lo que el chico estaba cocinando, y finalmente acabó haciéndolo al ver que aquella cantidad ingente de comida sólo formaba parte del desayuno. Parecía que Gabriel la conocía tan bien que sabía que tenía un estómago exigente.
Lo abrazó mientras le agradecía una y otra vez por ese desayuno tan increíble. Gabriel correspondió su abrazo entre risas, pero acabó rompiendo su corazón de forma inevitable cuando le hizo saber que ese desayuno era principalmente para su hermana Ava.
— Pero si Ava come como un pequeño pajarito —se quejó, triste— ¿No puede compartirla con nosotros?
El omega mordisqueó su labio inferior a causa de sus nervios. ¿Acaso se estaba dando cuenta de su propósito?
— Sí —afirmó— Puede compartir la comida contigo si ella quiere —añadió— Por mí no hay ningún problema, siempre que ella quiera hacerlo.
Los ojos de Lilian volvieron a brillar.
Cuando hizo el amago de servirse ella misma, Gabriel golpeó su mano.— ¡Ella siempre comparte, Gabriel! —se quejó— ¡No hace falta que le pregunte! Es mi hermanita del alma.
El omega quiso gritarle que en esa ocasión sí era muy importante su espera. Ese desayuno era un detalle para Ava, y la majestuosidad de su desayuno residía en la grandeza. Representaba el amor que sentía por Ava, y si Lilian se comía la gran mayoría del desayuno antes de que la omega lo viera, su detalle no serviría de nada.
Adriana llegó en el momento perfecto, justo a tiempo para contener el hambre voraz de su hermana Lilian.
— Te sugiero que vayas a despertarla ya —comentó Adriana, regalándole una radiante sonrisa— Podré contenerla como dos minutos, después de eso no puedo garantizar que tu desayuno siga intacto.
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Amor de omega ©
Werewolf«Amor de omega» marca el comienzo de una historia protagonizada por Ava y Gabriel [omega y omega]. La época favorita de los hombres lobo se acerca, y con ella el fenómeno que da nombre a su manada; «Luna Rosa». Su llegada es sinónimo de alegría, po...