Mark Doyle no fue muy bien recibido en la única cafetería de la manada, y el principal motivo de ello fue porque su exmujer regentaba su negocio familiar junto a su nueva pareja, Tayler.
La omega y él se llevaban muy bien, pero su nuevo alfa y él no tanto, porque Tayler sentía cierta rivalidad.
Mark sonrió con suficiencia al comprobar cómo su rival recibió un merecido sermón por parte de su omega sobre la importancia de aprender a convivir junto a él, porque al fin y al cabo, ellos tenían un cachorro en común. Sonrió aún más cuando les hizo saber a ambos que no estaba allí por gusto, sino que fue citado por Gabriel porque debían hablar sobre un tema importante.
La omega frunció su ceño y apretó sus labios en señal de disgusto, más no se atrevió a decir nada al respecto, porque ambos sabían que el cachorro estaba muy apegado a su padre, y que profesaba mayor confianza por él.
Aunque a veces podía pasarse un poco en cuanto a sobreprotección se refería, Gabriel adoraba la forma en que su padre lo cuidaba, lo amaba y lo protegía. Jazmín, su madre, también hacía un buen trabajo en ese sentido, pero el cachorro sentía una ligera predilección hacia su figura paterna.
Tomó asiento en una de las mesas más alejadas de la barra para que su exmujer no pudiera compartir la conversación, sabiendo que eso la haría enloquecer. Sonrió cuando vio cómo su cachorro ingresaba en el bar de su familia junto a su mejor amiga Ava, o como a él le gustaba llamarla, su molesta e irritante sombra.
Jazmín solía enfadarse con él cada vez que la llamaba así, pero él simplemente no podía evitarlo; no cuando esos dos eran inseparables.
Cuando Gabriel vislumbró a Mark, sonrió. Hacía tiempo que no lo veía.
— Gracias por venir, papá —comentó a modo de saludo, besando su mejilla— Aunque haya sido algo precipitado, me alegro de que pueda compartir esto contigo —añadió, tomando asiento al lado de Ava— ¿Cómo estás?
Jazmín apareció nada más finalizar su pregunta, y sin siquiera pedir permiso, tomó asiento al lado de Mark. Entonces, le regaló una mirada cargada de fingido reproche a su adorado niño, como si se hubiera ofendido porque ni siquiera se molestó en ir a saludarla porque se había olvidado de ella nada más ver a su querido padre sobreprotector.
Tayler se mostró irritado ante el panorama de familia feliz.
— Sabes que yo seré de más ayuda que tu padre, ¿verdad? —comentó, un tanto burlona— Él no es omega y no podrá aconsejarte sobre celos, métodos anticonceptivos, juguetes sexuales o planes románticos para tener una primera cita, cariño. ¿Qué tal sobre una marca? —Mark gruñó, irritado— ¿Qué? Ya no es un bebé.
No, definitivamente no era un bebé.
Pero para él siempre sería su adorado niño, que se mantenía gustoso bajo su protección.Por ese mismo motivo, el alfa odiaba cualquier tema de conversación adulto en el que Gabriel estuviera implicado. Jazmín era consciente de eso, por eso lo hizo. No era el único que se divertía molestando al otro.
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Amor de omega ©
Werewolf«Amor de omega» marca el comienzo de una historia protagonizada por Ava y Gabriel [omega y omega]. La época favorita de los hombres lobo se acerca, y con ella el fenómeno que da nombre a su manada; «Luna Rosa». Su llegada es sinónimo de alegría, po...