Historia Corta.
Me gusta el mejor amigo de mi hermana desde los catorce años.
Él nunca me miraría de otra forma y yo fantasearía tranquila con él por el resto de mi vida. Pero cuando mi hermana se muda a la India con su esposo por trabajo todo se c...
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Cuando había despertado no estaba. Pero escuchaba ruido en la planta baja así que me moví un poco para comenzar a despertarme. Al hacerlo me dolieron las caderas y dentro de mi. Justo en medio de mis piernas. En los muslos. Era como si hubiera estado corriendo una maratón o haciendo ejercicio como si la vida dependiera de ello. Pero este dolor, era satisfactorio y de solo ponerme a pensar en el causante del dolor hacia que mi entre pierna pulsara con deseo.
Me estremecí por completo. Y se me hizo muy difícil sentarme al borde de la cama sin que me temblaran las piernas. Nunca hubiera imaginado que Ben fuese a ser tan intenso. Tal vez lo imaginé más de una vez en mi vida. Pero eso no se compara en nada a lo que en realidad él era. Entre el romance y lo fiero. No perdía la esencia de un autentico señor educado. Hasta para decir groserías y cosas obscenas mientras me hacía el amor, era un señor muy fino y elegante.
Fui al baño, arrastrando los pies con el dolor punzante ente mis piernas y me tomé mi tiempo humano. Cuando abrí la puerta Benedict estaba entrando a su habitación. Traía su pijama puesto y el pelo desordenado. Al verme sonrió.
—Linda camiseta — apuntó a mi, dentro de una de sus camisetas de algodón.
—No es mi favorita, hay otras más lindas.
Sonrió y se acercó para cerrar un brazo alrededor de mi cintura y pegarme a él.
—Entonces tendré que deshacerme de ella — acercó sus labios y me besó, envolviendo su otro brazo alrededor de mi. Gemí ante su contacto y cuando sus manos apretaron mi trasero para pegarme más gimió en respuesta. Ansiosa y nerviosa, baje una mano hasta sus piernas y agarré todo el paquete completo provocando que él abriera la boca mientras me hacía retroceder — Ey... — sonreí sobre sus labios al notarlo tan listo y deseoso por mi. Agarró mi mentón con una mano y me apartó de él — no tenemos tiempo para esto — murmuró tratando de decírselo a sí mismo.
—¿Por qué?
Ben movió una mano a mis piernas y metió sus dedos en mi sexo, dándose cuenta que no tenía ropa interior. Ante su toque jadee por la sensibilidad de mi piel a causa de él. Mi cuerpo tembló y enterré mis dedos en sus hombros.
—Porque se me había olvidado que hoy era el aniversario de mis padres — abrí la boca cuando deslizó un dedo — ¿Te duele?
Cerré la boca y negué con la cabeza.
—Solo estoy muy sensible.
—Quizás fui demasiado duro con tu cuerpo tan pequeño, Lily — su dedo rosó mi entrada — pero me contuve. No quiero saber como estarás cuando no lo hagas.
Las piernas me temblaron y gemí besándolo. Lo necesitaba. No me importaba el dolor. Lo necesitaba dentro de mi.
Benedict levantó mis piernas del suelo y estas se cerraron alrededor de sus caderas. Me pegó duro contra la pared y se deshizo de su camiseta en mi levantando mis brazos. Miró mis pechos y acercó la lengua para rodear uno de ellos. Enterré mi dedos en su cabello y lo presioné con suavidad contra mi pecho.
