CAPÍTULO XXVI

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GAIA

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GAIA.

Incorporándome en el banco de pesas más alejado de donde los muchachos se encuentran luchando desde hace más de una hora, observo a la segunda pareja de la tarde. Analizo sus golpes y movimientos de pies, cómo los arrastran con elegancia mientras rodean a su oponente; primero cruzando el pie izquierdo y luego arrastrando el derecho a lo largo detrás del primero.

Recojo la botella semivacía que yace en el suelo junto al banco y bebo el resto de su contenido antes de dejarla sobre el asiento y ponerme en pie. Camino hacia la pequeña multitud conformada por sólo doce hombres y me ubico entre ellos, quedando deliberadamente frente a Aryeh. Estudio la expresión en su rostro al encontrarse inmerso en la lucha, pero cuando sus ojos dorados se percatan de mi presencia del otro lado del círculo, desvío la mirada.

Los golpes de Cayden son bruscos y brutales mientras que los movimientos de Marlon hablan de gracia y control. Sus ojos aguamarina se ven entusiastas y atentos, leyendo a su oponente y buscando sus debilidades como un halcón preparándose para atacar a su presa.

Escucho a Killian elogiar entre dientes a su amigo cuando este se escabulle detrás de Marlon y realiza una llave alrededor de su cuello, cortando su suministro de oxígeno. El rostro de Marlon se torna cada vez más rojo por el estrangulamiento de Cayden; pero antes que pueda caer inconsciente, se inclina hacia adelante tanto como tiene permitido y luego echa la cabeza hacia atrás con fuerza, estrellándola contra la cara de su adversario.

El dinero comienza a cambiar de manos entre los hombres a mi alrededor cuando Cayden deja caer sus brazos de alrededor del cuello de Marlon y retrocede.

Y a medida que el tiempo transcurre, su pelea se vuelve más errática y menos cautelosa.

Con sólo cinco minutos restantes, según indica el cronómetro que sostiene Kerr a mi derecha, Marlon toma la delantera y se ubica a horcajadas sobre Cayden. Su expresión luce concentrada pero completamente sin emociones mientras golpea el rostro de su oponente una vez, dos veces e incluso una tercera vez. El rostro de Cayden ya ni siquiera es reconocible por toda la sangre cubriéndolo.

Kerr desvía su mirada hacia el cronómetro en sus manos y le hace una seña a Zev, quien con un asentimiento se acerca a los dos luchadores. Sujeta a su mejor amigo del cuello antes de quitárselo a Cayden de encima y empujarlo al otro lado del círculo, dando por terminada la pelea.

Duncan y Killian se acercan a donde su compañero de trabajo se encuentra en el suelo, ayudándolo a ponerse de pie antes de llevarlo fuera del gimnasio. En cuanto la puerta se cierra a su salida, Zev camina hacia el centro del círculo y espera por su contrincante.

Analizo los rostros de los hombres a mi alrededor en busca de un indicio que me permita deducir quién será la persona que se enfrentará a él; y cuando Uzziel da un paso hacia adelante, me acerco rápidamente a él y coloco una mano sobre su pecho desnudo.

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