VIII

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no quería ver la hora en su celular y darse cuenta de que quizás era un poco tarde. no quería darse cuenta del aire que le hace falta al correr dentro del enorme aeropuerto, buscando a sohee desesperado de entre las cientos de personas que se le cruzaban en frente. sus amigos venían detrás, probablemente corriendo igual que él.

el sonido de los parlantes hizo que se detuviera por un segundo. sus piernas ni siquiera se sentían cansadas aún, pero le costaba un poco regular su respiración. 

"el avión a inglaterra está a punto de despegar. pasajeros con destino a inglaterra, segundo piso, puerta b."

jungwon les dio una mirada a los chicos, y tan pronto como entendieron el mensaje, comenzaron a ser más precisos en su camino. sus pasos los dirigieron hacia la escalera mecánica, donde estaba en el detector de metales y era la última oportunidad de despedirse. y justo ahí estaba sohee, charlando con su padre esperando a que la fila avanzara.

—¡sohee! —exclamaron jungwon, hoon y yerim al unísono.

la muchacha dio un respingo en su sitio al oír su nombre hacer eco. su mirada se pasó a sus alrededores hasta que pudo divisar cómo cuatro personas luchaban en llegar a ella. sintió en su pecho extenderse una poderosa tristeza. en cuanto vio a jungwon encaminarse las lágrimas nublaron sus ojos, soltó el bolso el cual sostenía y se salió de la fila. yang abrió sus brazos y recibió a su novia entre ellos, por fin sintiéndose un poco más tranquilo de saber que no había llegado tarde.

—si viniste. —balbuceó ella hundiéndose en el abrazo, quizás el último. —p-pensé que no-

—es nuestro último adiós, sohee. —jungwon acariciaba su cabello a la vez que cerraba sus ojos, cansado de haber puesto su vida nula de deportista en acción. —he... he sido un terrible novio todo este tiempo, y no me siento bien en volverte a fallar. 

—no lo has sido. —ella se separó con lentitud, sus ojos se encontraron y quiso romper en llanto en el mismo segundo que notó el decaimiento en todo su rostro. —eres mi primer novio, jungwon. no pienso que hayas sido el peor después de haberme dado tanta felicidad. quita eso de tu cabeza.

—pero ya no estaremos juntos.

—y por eso, no significa que debas culparte por algo que no hiciste. eres un gran chico y... —para sohee era muy difícil mantener las lágrimas en sus ojos, solas se desbordaban cual cascadas y le temblaba la voz al pronunciar las palabras. sin embargo, debía hacerle saber de que estaba agradecida de que alguien como él haya aparecido en su vida. —te amo. 

a yang se le fue el aire por unos cortos segundos, seguido de haber sonreído melancólico, la acercó con manos temblorosas y depositó un cálido beso en su frente. tenía un nudo en su garganta porque le daba miedo separarse y no devolverle tal sentimiento como sohee probablemente estaría esperando. él no la amaba, al menos no de la misma forma que ella.

—cuídate. —jungwon le dijo luego de haberla separado. —y ten un buen viaje. estaré esperando algunas fotos de inglaterra.

sohee se rió por aquello, sostuvo sus manos una última vez, sintiendo su suave tacto antes de abordar el avión, pero cuando estuvo a punto de irse, unos brazos los rodearon a ambos, así llamado un abrazo grupal. supo que eran hoon, hee y rim en el instante que escuchó sus tiernas risitas. 

—te vamos a extrañar. —dijo yerim.

—mucho. —completó heeseung. —¡más te vale que me traigas un regalo cuando vengas de vacaciones!

—o tráeme uno de tus amigos ingleses. —comentó sunghoon, a lo que volvieron a reírse. —uno para mi y el otro para yerim.

sohee rompió en llanto otra vez. 

𝙈𝙄𝙉𝙀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora