XV

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—¿a dónde vas? —pregunta sunghoon con la voz ronca y medio adormilado aún.

—tengo cosas para hacer.

—¿un sábado?

—sí, son de la escuela. nada muy importante.

jungwon bajó con cuidado de la cama después de zafarse de los brazos de su mejor amigo, también tuvo cuidado de no pisar a su otro mejor amigo quien dormía sobre un colchón en el suelo. la noche anterior se la pasaron jugando videojuegos y comiendo pizza, un hermoso y perfecto plan para un viernes. debía admitir que era el día que más esperaba en toda la semana. de alguna manera, necesitaba sentir que sunghoon lo abrazara y oír la respiración de heeseung para poder dormir en paz.

pero tenía que irse a hacer las compras con sus demás compañeros. no podía abandonarlos en la idea que él les había dado, también porque temía que haruto le echara alguna clase de magia para embrujarlo por la eternidad.

se tardó aproximadamente una media hora en ducharse y alistarse, quizás compraría un batido o algo parecido para su desayuno.

tomó un taxi hasta el mercado que sugirió minji, decía que los productos estaban a un buen precio y tenían variedad de elementos para elegir, ellos necesitaban un brote de imaginación para hornear más que muffins o simples pasteles, cinco cabezas tienen que pensar en cómo atraer a los clientes que estén dispuestos a pagar su comida. debían ser originales.

cuando llegó, le llevó unos dos minutos más encontrarlos.

—¡bien! —hikaru dice emocionada. —lo que haremos ahora es dividirnos en grupos. minji y jungwon se encargarán de comprar las decoraciones, y nosotros buscaremos moldes, ingredientes y esas cosas.

—¿quién te permite decidir eso? —haruto cuestiona enfadado otra vez.

—soy la mayor luego de jungwon, por lo que, al menos, deberías apoyarme en lo que digo.

—¿y tú no dirás nada? —haruto refiere su pregunta a yang.

—estoy de acuerdo con ella, si nos dividimos así reduciremos el tiempo que podríamos invertir luego cocinando. —jungwon no quería llevarse mal con el japonés, pero su actitud no ayudaba mucho que digamos. no aportaba a que esta salida sea cómoda.

haruto volcó los ojos y emprendió camino solo hacia los pasillos indicados. los demás se miraron entre sí quizás pensando en lo mismo, que él no iba a cambiar y habría que adaptarse a su mal humor.

cada uno se concentró en cumplir su parte de lo hablado, jungwon iba con minji en silencio mientras observaban las heladeras. buscaban crema para los glaseados y mantequilla la cual utilizarían mucho en la mezcla. won es consciente de que minji no es una persona de muchas palabras, pero es lo suficientemente agradable como para hacer que ese silencio se llene de comodidad.

—¿piensas que si agregamos estas barras de chocolate como decoración quedarán bien? —jungwon le muestra varias opciones que habían en el estante. —creo que darían una buena impresión.

—podemos hacer galletas y en lugar de chips, ¡le agregamos cuadrados de chocolate! —dice con cierto brillo. se encoge de hombros y se escucha su risita tímida. minji era linda. —¿qué opinas?

—me parece perfecta tu idea. —el cumplido hace que a la muchacha se le colorearan apenas las mejillas.

comenzó a inspeccionar las marcas de los chocolates una vez minji volteó para que no pudiera notar su sonrojo. suele tener una apariencia fría, su mirada no dice más que lo justo y necesario, pero ahora estaba sorprendido de su comportamiento tan torpe y adorable.

𝙈𝙄𝙉𝙀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora