Capítulo 4

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- Papá papá papá¡papá! 

- Oh por todos los cielos.

Había pasado aproximadamente un mes desde que tenía consigo a Harry, como lo llamaba a falta de ganas de buscar otra forma, como humano de lento crecimiento apenas estaba intentando dar unos pasos en dos piernas, sospechaba que más que nada copiándolo, su habla era más amplia pero actualmente tenía una palabra favorita que no sabía de donde había sacado (poco sabía que el viejo Rafiki se la enseñó)

- ¡Papá!

- Te eh dicho que no soy tu padre -Lo cargo para empezar a darle un baño.

Cuidar de él al comienzo fue fácil, luego la cría comenzó a llorar por las noches y nose calmaba hasta un buen rato después, lo que lo llevo a dormir sobre el y a Scart pasar en su mayoría en su forma humana.

Cuidar un bebé humano era algo complicado, empezando por las idas del baño, perdió la cuenta de cuántas veces tuvo que limpiar la cueva y hundir a la cría en agua, también la cría era pura carne suave, así que se lastimaba con frecuencia las manos y rodillas, Scart  comenzó a envolverlo con pieles transfiguradas para evitar esto pero también era un problema ya que se ensuciaban a cada rato y había descubierto a la mala que solo magia de limpieza no era suficiente, la cría se irritaba fácil y hacia lo posible por que Scart comprendiera su dolor.

Pero a pesar de los contantes problemas y perdidas de sueño tratando de descifrar ¿Ahora que estaba mal con la cría? no se sentía tan irritado como antes de su llegada, reflexionó pinchando con su mano uno de sus regordetes cachetes causando una un bufido y una queja con saliva mientras la cría trataba de alejar su mano para luego reír y comenzar a babearla, no lo sintió desagradable, había sierta... Paz.

En lo personal le gustaba la forma como se reflejaba en esos grandes ojos verdes, no muchos animales tenían ese color de ojos y menos tan vivido y brillante, como luciérnagas, como fuego.

- ¡No! Papá ¡No! -rio antes los manotazos y bostezo, una pequeña siesta no le haría daño a nadie.

***

Se estiró, haciendo crujir sus huesos y clavando las garras en la tierra, había dormido de maravilla, un suceso extraño recientemente, así que se estiró complacido antes de notar la falta de una bola de piel a su costado.

- ¿Harry? -bostezó tranquilamente, al menos hasta que noto que no recibió contestación -¿Harry?

No había nadie a su alrededor así que rápidamente entró en pánico, la cueva no era lo suficientemente grande para que se encondiera la pequeña cría que no podía realmente caminar así que, miro la entrada de la cueva con preocupación comenzando a buscar el rastro y corriendo fuera de la cueva, sabía que decir haber echo alguna puerta para esto.

- ¡Harry!

- ¡Papá! -frenó haciendo el polvo volar se llenó de alivio y luego creyó alucinar -¡mira papá! Grrr jajajja

Frente a él no estaba la pequeña cría humana que llevaba un mes cuidando en su lugar había un pequeño cachorro de León, de pelaje oscuro y lo que serían los comienzos de una pequeña melena carbón, con brillantes ojos verdes y una cicatriz en su frente.

- ¿Harry?

- Si papá.

- Eres un león.

- ¡Si! -el cachorro rio para luego comenzar a perseguir su cola aún con la mirada incrédula de su ahora padre.

Para Scart habían pasado demasiados años desde que veía un león como el y el pequeño cachorro frente a el era eso, un león de pelaje oscuro.

- ¡No papá! Me haces cosquillas -comezón a olfatearlo, revisando y confirmando que lo que veía era real, el cachorro ahora no solo olía a humano, también a cachorro de León, su magia seguía oliendo a magia nueva, pura y vibrante pero ahora también olía a... familia, como si fuera su cachorro -¿pasha algo? Papá 

- No Harry, todo está bien -el cachorro sonrió tomando ese momento para soltarse y tratar de huir, aunque al ser nuevo en cuatro patas estás se enredaron y callo pero luego fue cargado mientras lo tomaban del cogote.

Scart no sabía que sentir, pero Harry estaba tranquilo y feliz, mientras lo cargaban de esa forma por primera vez, así que, se durmió. 

Camino lentamente a la cueva, sus emociones sacudidas, sus pensamientos trabajando con demasiada fuerza solo tuvo que aceptar que quizás, esto no era temporal, ahora Harry era suyo, su cachorro.

Pobre del desgraciado que hosara a tratar de quitárselo ahora.

*Continuara*

Leon oscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora