Cuando el odio y la venganza se unen nada puede salir bien, Mew Blood es un empresario exitoso que con años y esfuerzo logró su imperio borrando así su oscuro pasado, pero hay algo que nunca pudo borrar, la traición de quien más amó en su vida. Por...
Cuándo Mew entró y vio que su esposo estaba vivo junto a su bebe, algo en él se iluminó.
—Mew, somos padres.
Mew besa su frente.
—Gracias por este maravilloso regalo— sostiene a su bebé en brazos y en ese momento varios sirvientes entran llenando la habitación de regalos para Gulf.
Gulf se emocionó.
—Mew, no debiste... ¡Por los dioses espero que en esa bolsa estén las botas que saldrán en un mes!
—Sí, es lo mínimo que mereces por tu ardua labor.
Gulf ya entendía cómo Mew expresaba su amor y era a través de regalos, aunque lo qye dijo pareciera cómo si fuera dando un premio al empleado del mes.
—Mi hermoso ángel, ya envié a decorar nuevamente tu habitación—la chiquita estornudó y Mew sonrío, para él aquello fue mágico—tu nombre será Tiara.
Gulf levantó su cabeza.
—Le quería poner clemencia.
—¿Clemencia?
—Si, eso pedí internamente a cada momento clemencia cuando mi frijolito casi me parte en dos.
—Gulf se llamará Thiara Blood.
—Es lindo.
Luego de un momento a solas los demás familiares entraron y vieron a la hermosa bebé, todos decían que sería idéntica a Gulf.
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Un mes después:
—Si, hoy hablaré con Mew, así van organizando todo—dice por teléfono.
—¿Organizar qué?
Gulf voltea.
—La presentación a la corte, debemos poner el nombre de nuestra hija en el libro familiar, para que oficialmente sea princesa. Ya tiene un mes.
A Mew no le gusta aquella idea.
—Porque mejor no esperamos que la niña tenga 18 años y así decida si quiere pertenecer a la nobleza, no quiero que mi hija esté regida por el protocolo real, deseo sea libre de cometer sus estupideces sin que la juzguen.
Gulf levanta una ceja.
—Si mi hija es princesa, oficialmente podrá estudiar en los mejores colegios de élite real sin tomar exámenes de admisión. Ya que los Dratu no tomamos exámenes en ninguna parte y automáticamente tendrá a sus amigos, los cuales van a durar hasta finales de sus años universitarios.
—Hay muchos colegios de élite, los cuales no necesariamente deben ser royal.
—Si, pero no quiero que mi hija se mezcle con ricos de fortuna dudosa o plebeyos con orígenes mafiosos.
