Capítulo: 7 Los tres cumpleañeros .

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Mew estaba bebiendo con sus hombres y celebrando su último atraco que hizo a unos nobles del planeta Sarak

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Mew estaba bebiendo con sus hombres y celebrando su último atraco que hizo a unos nobles del planeta Sarak. Sin esperarlo alguien por detrás lo tomó del cuello, este al ser sorprendido no pudo defenderse, los hombres de Mew se levantan de la mesa y ponen su mano en la funda para sacar sus armas. Más de 20 guardias les apuntan y a los hombres no les queda de otra que levantar sus manos. El guardia que tenía apretado el cuello de Mew lo suelta.

En ese momento los guardias dejan pasar a un hombre que Mew solo había visto en televisión y periódicos.

—No tienes que levantarte e inclinarte.

—No lo iba a hacer de todos modos—Mijail ignora su insolencia.

—Guardias escolten a todos los de este bar hacia afuera, necesito hablar con este jovencito que al parecer no ama su vida.

Todos salieron del área, incluso los hombres de Mew, no le quedaba de otra. Mijaíl se sentó en aquella mesa redonda de color marrón, la cual tenía indicios de carcomas.

—Qué deseas de mí, rey—Mew rogó a los dioses que no tuviera que ver con el encargo.

Mijaíl pone en la mesa una foto de Ruby, y Mew maldijo su suerte.

—Nada más una cosa. Tú fuiste quien llevó a esta chica a un prostíbulo y no me lo niegues, mis guardias te han visto varias veces con Alden alias Crown y según mis fuentes eres un maldito pirata el cual se dedica a engañar y estafar tanto en el espacio como en tierra firme—le muestra una foto esta vez de Alden.

—¿Si digo todo, qué pasará conmigo?

—Vivirás y tal vez tu vida cambie para bien.

Mew no encontró tan mala la propuesta.

—Ese chico es un don nadie que conocí hace unos meses. Hice un solo trabajo el cual conseguí gracias a él.

—¿No te imaginaste qué esa chica era mi futura esposa, la cual ahora para tenerla junto a mí debe ser mi concubina?

Mew lo miró de frente:

—Yo no soy cruel señor rey, no lo conozco y sus sentimientos no me importan, pero si los que planificaron todo esto son de su círculo cercano, ellos sí son crueles y lo que deberían pagar.

—¿Ellos?, ¿acaso Alden actuó con más personas?

—Si, ya que posiblemente estoy jodido, me llevaré no solo a este mocoso, también a la rubiecita—Mew la describió y supo quien era la chica, nada más y nada menos que Jamisha.

—¿Y no sabes la verdadera identidad de este chico?

—Solamente sé que encanta a cualquier hombre en la cama.

Mijaíl le grita:

—¡Es mi hermano!

Eso sí que lo asombró. 

Amores Que Matan. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora