Hazme tuya | 𝗝𝗟

Extra 01

—Se ha vuelto todo un Alfa, al igual que su madre —dijo Lisa mientras se prendía el saco y miraba hacia donde se encontraba Jake jugando en el suelo, tenía muchísima tierra a su alrededor y la estaba usando para hacer pequeñas montañas.

—Ya cállate —Jennie rodó los ojos y sintió el brazo de Lisa pasar por sus hombros —No importa qué tan Alfa seas, estás bajo mi control —sonrió con superioridad —Además, nuestro pequeño tendrá buen carácter gracias a mí.

—¿Eso crees? —Lisa la miró fijamente con una sonrisa y tiró un poco de ella para besar sus labios cortamente —Ya veremos qué tan mal carácter tengo esta noche.

Jennie sintió sus mejillas enrojecer y se llevó ambas manos al rostro para cubrirlo con ellas, se sentía algo avergonzada cada vez que Lisa le decía cosas como aquella tan repentinamente.

—¿Puedes decirle por favor a tu hijo que deje de ensuciar su traje con tierra? Se supone que hoy te acompañará en la reunión —La morena se quejó mientras se cruzaba de brazos mirando lastimosamente hacia el lugar en donde su hijo se encontraba sentado.

—Oh, vamos, fuiste tú la que le dijo que jugara con su hermana, sabes que Jake se toma el entretenimiento de nuestra pequeña muy en serio —la miró fijamente con una sonrisa de lado mientras colocaba ambas manos en su cintura —Además, al diablo la reunión, estoy pasando un buen momento con mi familia ahora mismo —besó la punta de la nariz de su esposa —Podría permanecer así toda la vida.

—Pero no tienes que hacerlo, ¿Quién se hará cargo de la Bron Ganje?

—Jennie, mierda, deja de arruinar el momento con esas estupideces. ¿Quieres saber lo que realmente pienso? Todo eso es pasajero, lo único que me importa en este momento son los pequeños instantes que paso junto a ti y a los niños, valen más la pena que una maldita reunión la cual aún puedo reprogramar —frunció el ceño luciendo como una niña pequeña —Además, que vaya Seulgi en mi lugar no tiene nada de malo, ya he ido varias veces solo debido a que ella se quedaba junto a Irene.

Jennie soltó un suspiro y después llevó sus manos al cuello de Lisa para acariciar esa zona y levantar la mirada con la intención de conectar sus ojos con los de su Alfa.

—¿Sabes qué? Tienes razón, al diablo la reunión, quédate aquí con nosotros —le sonrió mientras se acercaba más a ella —Además, creo que necesito un poco de tu atención, no me gusta que solo te centres en las estúpidas cosas que debes hacer como jefa de la manada.

—Ese es la Jennie que yo conozco —le sonrió y se agachó para besar sus labios pero fue interrumpido en el acto.

—¡Mami! —una dulce y suave voz se oyó y ambas se separaron un poco para agacharse y encontrarse con Yujin, su pequeña hija de siete años.

—¿Qué sucede, cariño? —preguntó Jennie mirándola con una sonrisa cálida en su rostro.

—Jake me hizo muchas montañas —señaló el lugar en el que se encontraba su hermano mayor sentado —Pero dice que no es tan divertido jugar conmigo porque él es más grande —se cruzó de brazos mientras fruncía el ceño.

—Jake es un idiota —le dijo Lisa mientras le sonreía y acariciaba el costado de su rostro con amor.

—¡Pude oír eso, Mamá! —se quejó el niño a lo lejos mientras se paraba de su lugar y se dirigía hacia donde estaban ellas —No soy un idiota.

—Cuando no quieres jugar con tu hermana con la excusa de que eres mayor sí lo eres —se encogió de hombros tomando a la pequeña en brazos y mirándola con una sonrisa.

—No le digas así a mi bebé —Jennie abrazó a su hijo apretándolo contra su pecho de forma protectora —Aunque debo admitir que es la peor excusa que pudiste encontrar para no jugar con tu hermana.

—¡Dejen de molestarme! Tiene siete años y yo quince, ¿Qué pretenden que haga? Estamos viviendo etapas de la vida que son completamente distintas —rodó los ojos —¿Por qué no juegan ustedes con ella?

—Porque jugamos juegos de adultas —respondió Lisa sonriéndole pícaramente a Jennie y recibiendo un golpe en el brazo por parte del mismo —Auch, lo siento, tu hijo es quien me está atosigando con sus preguntas, debía darle una respuesta para que dejara de hacerlo.

—Pero no una de esa índole —Jennie la regañó mientras rodaba los ojos —¿Qué les parece si van a jugar con Rosé y Jihyo? Siempre se divierten con ustedes —ofreció y Jake no demoró en tomar a Yujin en brazos y correr con ella hacia donde seguramente se encontraban Jihyo y Rosé.

—Aún no entiendo por qué no quieren hijos con lo mucho que aman a los niños —comentó Lisa pasando su brazo por los hombros de su esposa mientras la atraía a ella.

—Según Jihyo porque solo les gustan los niños por el simple hecho de que no los tienen, eso quiere decir que no tienen la costumbre de lidiar con ellos, por lo que, el tenerlos lejos, les impide odiarlos. Además, suele decir que son una molestia y que prefiere hijos ajenos, a los que no ve todos los días cada hora del día, antes que tener que lidiar con hijos propios —respondió divertida

—Si lo piensas bien es una lógica estupenda, pero amo a nuestros hijos y son demasiado grandes como para retractarnos de tenerlos.

—Cambiando de tema — Lisa cerró la puerta detrás de ella.

Había aprovechado el que Jennie se encontrara hablando para dirigirla a su habitación sin que lo notara. Sonrió de lado y se acercó a ella tomando los dos extremos de su abrigo y atrayéndola hacia sí misma.

—¿Qué te parece si aprovechamos el hecho de que nuestros hijos estarán un largo rato con Jihyo y Rosé y nos divertimos un poco? Creo que nos lo merecemos —sonrió deslizando el abrigo hacia abajo para poder sacárselo.

—Me hace mucho frío, Lisa, no me quites ropa —frunció el ceño.

—Entonces ayúdame a regular tu temperatura y no impidas que lo haga, Omega.