capítulo 31.

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Capítulo 31.

Narrador omnisciente.

Mientras un grupo de alfas se dirigían a la manada de Italia un grupo de personas probaba el componente que habían creado en una joven licántropo que tuvo la mala suerte de caer en sus garras.

—La solución una vez en el cuerpo del individuo comenzará a actuar y no se detendrá hasta que su función esté terminada. — explicaba el joven mientras le inyectaba en el cuello a la loba que lo veía aterrada.

—¿Cuánto tiempo? — le pregunto la mujer que era la "líder."

—No sería más de una hora, pero con el pasar del tiempo este componente la pondrás más débil. — le dijo muy seguro de su creación.

Aunque en el fondo este chico se arrepentía de lo que le estaba haciendo a esta joven que era solo una víctima de una cruel guerra.

Al pasar los minutos los efectos del suero se veían presente en la loba porque su respiración era más acelerada por momentos y por otros se volvía muy pausadas hasta el punto que dejaba de respirar.

Los minutos fueron pasando y los efectos era más notorios, la piel de la chica se volvía más rojiza, sus uñas crecían y se hacían normal cada cierto tiempo, sus ojos estaban en constante cambio.

—¿Qué le pasa? — pregunto la mujer viendo todos los cambios de la chica.

—Es lo que le provoca el suero. — dijo viéndola —Le está matando su parte licántropo. Y eso no es algo fácil, y es muy doloroso. — le dijo aunque no era necesario, porque la chica gritaba del dolor que sentía al arrebatarle a su loba.

Después de que la hora pasara la chica callo en la inconsciencia, el trabajo estaba hecho y hoy sabía que el componente si fusionaba de maravilla y no solo en lobos también en todo ser sobrenatural que existiera.

—La base que me diste para completar la sustancia no solamente función en estos lobos también destruye todo aquel sobrenatural en que se conecte. — le dijo el chico.

La mujer sonrió ante eso, era muy real lo que él decía, ya que esa era la idea que nadie saliera librado de ese potente veneno que ellos han creado.

Nadie sabía de donde había sacado la base para el suero que habían producido la mujer jamás ha revelado que es como lo obtuvo, pero el chico sabía que sea lo que sea no era de ese mundo.

—¿Cuántos han hecho? — le preguntó la mujer al chico.

—Tantos como para un ejército. — le dijo.

La mujer no dijo nada por unos momentos, pero su atención está en la chica que ya si a inconsciente frente de ella.

—Falta poco. — susurro tan bajo que nadie la escucho. La mujer se dio la vuelta y empezó a caminar a la salida, pero antes de salir por completo se detuvo. —Has más. — le dijo para dejarlo solo en la habitación.

El chico no se sorprendió por la orden de la mujer, pero si estaba preocupado por las consecuencias que esto traería para las personas afectadas. Así que él se tomó un seguro creando sin que la mujer se diera cuenta un posible antídoto que eliminara lo que el veneno le hiciera, pero lastimosamente no lo había probado y podría fallar.

Sabía que la guerra está pronta a allegar y esto solamente es el inicio de la tormenta, a pesar de él al ser un humano tenía cierta conexión como una raza en particular y según lo que habían escuchado era que los lobos se reagrupaban haciendo a alianzas para una posible guerra.

Así que le aviso del peligro que corrían y no solamente esa raza, sino que todas, por eso les aconsejo que se unieran a las alianzas y que avisaran a los demás porque hoy ninguno estaría a salvo.

*

*

*

—Los demás alfas han llegado y esperan en el despacho. — le dio su beta al llegar donde ares se encontraba y no era nada más que en el jardín que había mandado a construir para su luna.

—¿El futuro alfa real? — le pregunto sin dejar de ver la diversidad de flores que hay alrededor de él.

—En unos momentos llegará. — le dijo viendo, él más que nadie sabía todo lo que Ares tuve que pasar para encontrar a su mate y que hoy se la arrebaten era lo peor que le podía pasar. —Ella volverá. — le dijo su beta.

Ares permaneció callado por un momento dejando vagar su mente al momento don la conoció.

No sé qué haré si la pierdo. — le dio el alfa, en su voz se le notaba el dolor que estaba pasando, lo vacío que se sentía por no tenerla a su lado.

—Eso no va a pasar sé que no la conozco, pero si la diosa luna la puso a cargo de la segunda manada más grande es porque ella es fuerte. — le dijo su beta tratando de darle un poco de consuelo.

Será mejor que no hagamos esperara a los alfas. Hay una guerra que debemos ganar. — dijo el alfa con voz firme porque él sabía que tenía que hacer lo posible para proteger a su luna y apoyarla en lo que necesite.

—El brujo también vino.— le dijo el beta a su alfa.

—¿El vampiro? — le pregunto.

—También. — Ares asintió.

Sabía que si tenía el apoyo del rey de los vampiros era más ventaja ante los alfas y supieran que la amenaza era real. Al entrar al despacho encontró un ambiente pesado y no era para menos el que tres especies distintas esté en el mismo lugar nunca se ha vista, ya que los vampiros son los enemigos por naturaleza de los lobos, más, sin embargo, los brujos no son de ayudar a nadie más que no sea a su apropio aquelarre.

Los alfas clavaron los ojos en el alfa buscando una explicación de lo que pasaba y por qué ellos también estaban presente en esa reunión.

Sé que muchos no creen en lo que les he dicho mediante la cara que se les fue otorgada. — comenzó Ares. —Pero la realidad es que estamos a punto de enfrentar una amenaza mucho más grande de lo que ha pensado. No es un simple ataque de unos desterrados. — le dijo con voz firme. —SI esta amenaza no es controlada o erradicada significaría la extinción de los licántropos.— les dijo.

—¿Qué tan seguro esta de esto? Porque solo estamos escuchando palabras y no hay pruebas de lo que asegura. — interrumpió unos de los alfas presentes.

Ares le vio por unos momentos y cuando estaba por contestar una fuerza extraña lo detuvo, todos los alfas en la sala se pusieron alertas, cada uno salió del despacho hacia la entrada para ver que ser emanaba tanta fuerza espiritual.

Al llegar les sorprendió no solamente ver al rey de las hadas, sino que estaba cada líder de cada especia conocida y se las creían extintas.

—Estamos aquí para dar nuestro apoyo en la guerra. Habla el líder de las hadas haciendo una sutil reverencia ante Ares.

Este dejo a todos sorprendidos porque era muy sabido que las has no les gustaba relacionarse en conflictos siempre se mantenían al margen y el que hoy estén dando el apoyo a ese alfa era porque la amenaza era muy real.

Con la acción del hada las demás especies imitaron su acto demostrando así que ellos también apoyarían al alfa en la lucha. Ares aun aturdido acepto su ayuda dando también una inclinación de cabeza ente ellos.

Él sabía que si ellos estaban aquí es porque es mucho peor lo que él imagina y no solo los hombres lobos están en peligro, sino que todo ser sobrenatural está colgando de un hilo muy delgado.

Ángel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora