—Me regañaron por culpa de todos los que tuvieron la increíble idea de cambiar de club por razones estúpidas.
—Hey, pero si no nos...
—¡Les dieron el tiempo suficiente para decidir! —grita.
Todo el salón queda en silencio, incluso los que no estaban poniendo atención y estaban en su rollo, se quedan estupefactos.
—Traté de darles a entender que NO podían cambiarse de club, pero no hacen caso y van todos a la dirección a pedirlo, y encima se ponen de acuerdo para que no se les niegue eso, ¿qué pasa? Que se arma un alboroto y me toca a mí corregir las listas, entregarlas una por una a los clubs y hacer algo que no debería de estar haciendo.
—Eres el representante de clase, ¿no?
Más de uno siente su corazón detenerse al escuchar a aquél osado chico hablar.
Qué huevos, piensa Rubén.
—¿Y piensas que un representante de clase debería de hacer eso? Entregar 10 listas diferentes a cada profesor y encima disculparse por los inconvenientes, cuando la culpa es de personas que piensan que pueden hacer lo que les venga en gana —se dirige únicamente el chico que habló antes—. Si fueras tú el representante de la clase, ¿te gustaría hacer todo eso? Dudo que algún día lo seas porque no estás a la altura.
Le cierra la boca sin siquiera pensárselo más.
—Es que... Madre mía, en dirección me llamaron la atención por no tener al grupo controlado, y... ¡No son niños de kinder! ¡están en preparatoria, por dios! Chicos, cuando les digo que no es no, no porque no quiera, siempre les explico todo correctamente y resuelvo todas sus dudas, traten de entender. Y recuerden, mi trabajo como representante de clase no es fácil y supe que no lo sería cuando decidieron darme este lugar.
Unos asustados todavía, otros comenzando a sentirse mal por lo que provocaron y otros algo enojados por el cómo les ha hablado.
—Si esto sigue así, en el evento de marzo cada uno de ustedes se encargará de sus propios asuntos, no me haré cargo de nada del grupo y todo será individual. Si piensan que es imposible, bueno, lo descubrirán cuando el día llegue —se toma un corto respiro y su rostro se nota más relajado—. Es todo, vayan a almorzar.
Samuel camina hasta su lugar y empieza a guardar todo dentro de su mochila, relaja los hombros y deja salir el aire que contuvo hace un rato.
¿Por qué diablos tiene que ser él el representante de clase?
Casi al terminar de meter todo a su mochila, siente la presencia de alguien al lado suyo e inmediatamente voltea a verle, sabiendo de sobra de quién se trata.
—¿Vamos a almorzar juntos, Vege? —pregunta el castaño.
—¿Eh? No, hoy no —le dice, logrando así que el más bajo borre su sonrisa.
—¿Por qué? —el tono desilusionado de Rubén es bastante notorio.
—Tengo que hablar con Fargan.
—¿De qué?
—De algo —se rasca la nunca, ocultando su gran nerviosismo.
—Pero él ya se fue —señala hacia la salida.
—Lo voy a alcanzar. Nos vemos después, ¿vale? —sin esperar respuesta, sale casi corriendo del salón, dejando a Rubén de pie con su almuerzo en manos.
Si Samuel se quedaba un segundo más hubiera perdido contra el tierno puchero y esos ojos que le suplicaban que almorzara con él.
El castaño, que sigue en la misma posición, voltea hacia donde su amigo se fue y se encuentra con su otro desagradable amigo; Auron, de pie al lado de la puerta con una mano en la boca. Efectivamente, vio todo lo que pasó.
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t o n t i t o ➹rubegetta
Fanfic"tontito" a rubén le gusta que samuel le diga así, aunque es incapaz de admitirlo en voz alta. ➹rubegetta au ➹la apariencia de algunos personajes está basada en las skins de Karmaland/Minecraft.