El Cambio (Onoda x Aya)

Parte 07: El resultado final

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- Lo siento, Tachibana-san, pero no siento lo mismo.

- ....¿Qué? ¿P-Por qué, Onoda? - Respondió Aya con lágrimas en sus ojos, mientras miraba a la cara de su enamorado que parecía alejarse totalmente de ella.

- No creo que pueda verte más que como una amiga, lo siento de verdad - Al decir esto, su silueta comenzó a desaparecer...

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- ¡No, no! - Gritó Aya algo agitada, confundida por no ver ni entender nada.

- ¡Aya-chan! ¡Aya-chan!- El grito de su nombre resonó en su cabeza, logrando que despertara.

- No, Onod - Sin embargo, pronto pudo divisar lo que parecía ser su habitación en la posada, y al mirar a su lado vio a Miki quien la miraba con extrañeza.

"¿Era un sueño?"

- H-hola Miki, ¿qué sucede? - Preguntó Aya, sintiéndose ridícula debido a la tonta pregunta que hizo, sobre todo notando la mirada de sospecha de su amiga.

- A ti es a la que le sucede algo, dime ¿qué soñabas?

- ¿Yo? Yo no soñaba nada - Contestó con evidente nerviosismo.

- ¿Cómo que no? Estabas gritando "¡no, no, Onoda!" - Dijo ella imitando sus gestos, causando molestia en su amiga - Acaso... ¿soñabas algo pervertido?

- ¡¿Qué?! Yo no soy así, solo ... fue una pesadilla, nada más - Su rostro tomó un tono melancólico, algo que Miki notó.

- Está bien, lo lamento por preguntar, debes estar preocupada por Onoda-kun, o me equivoco?

- No tiene caso ocultártelo, es cierto. Últimamente sueño mucho con él.

- Ya veo - Haciendo una cara pícara.

- ¡No es esa clase de sueños, tonta! - Exclamó bastante furiosa por el comportamiento de su amiga.

- ¡Es broma, te enojas por todo Aya-chan! ¿Por qué no te armas de valor y te declaras? He visto como él te mira, deberías intentarlo.

- Él... me mira?

- Vaya, eres tan distraída a veces, no puedo creer que seas la misma persona de hace un año, estás muy cambiada. Aún así, me alegro.

- ¡Ya deja de molestarme! vamos, tenemos que ir con el equipo - Respondió para evitar seguir con este incómodo tema. Ya lo había pensado, pero aún sus inseguridades venían a ella, no era femenina o no tanto como Miki, a veces de verdad sentía celos de su amiga.

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Por el lado de Onoda, nuevamente había tenido problemas para dormir, sin embargo eso no fue inconveniente ya que estaba motivado en dar lo mejor este último día. Desde que despertó en lo único que se enfocó fue en ganar este último día. Si hacía una comparación con el año pasado, esta vez no le había costado tanto mentalizarse en su responsabilidad, sobre todo por toda la experiencia que había adquirido. Un pensamiento fugaz rodó por su mente: el rostro de su amiga. Esto lo hizo sonrojarse un poco, considerando lo que había admitido que le sucedía con ella. No necesitó pensarlo tanto, ya que era obvio su enamoramiento por Aya. Sin embargo, ahora solo quería evitar encontrarse con ella.

"Ayer le dije que quise besarla. ¡Rayos! ¿y si piensa que soy un pervertido y que doy asco?"

Tras la típica reunión previa a iniciar la competencia, Onoda arengó a sus compañeros, intentando ignorar el hecho de que Aya lo observaba sin disimulo. Al terminar, como fue el último en salir de la tienda, agarró su bicicleta y comenzó a dirigirse al lugar de partida donde sus otros compañeros lo esperaban, pero algo lo sujetó del brazo haciéndolo detenerse para voltear a ver al principal causante de esto: Aya lo miraba expectante.