El Cambio (Onoda x Aya)

Parte 08: ¿Lo entiendes?

Más tarde...

Tras la ceremonia de premiación y los elogios y felicitaciones al campeón Sakamichi Onoda, el equipo Sohoku se dirigió nuevamente a su hospedaje donde, debido a lo tarde que era decidieron quedarse esa noche.

- ¡Celebremos por nuestro héroe, el Rey de la Montaña y tricampeón del Interhigh, Sakamichi Onoda-kun! - Gritaba un pelirrojo muy enérgico con lágrimas en los ojos mientras palmeaba la espalda de su compañero quien ocultaba su cara algo avergonzado ante la vista de todos los miembros del equipo quienes lo aplaudían fervientemente. La felicidad en cada uno de los miembros del club era enorme, tanto que el desorden y la fiesta no se hizo esperar en aquel lugar, liderados por Naruko y Kaburagi quienes no aguantaban la alegría y levantaban en el aire a Onoda para diversión de todos.

Al rato Onoda era llamado por algunas fans que visitaban la posada, algo que debido a su timidez era algo que aún no controlaba, sin embargo no quería ser descortés con ellas, así que salió a encontrarse con ellas y saludarlas, esto a ojos de Aya quien lo veía desde lejos, acompañada de Miki quien la notaba perdida en sus pensamientos.

- ¡Tierra llamando a Aya-chan! ¿estás ahí?

- Ay, qué sucede Miki?

- Pasa que has estado viendo a Onoda-kun desde que salió campeón, eso pasa.

- Imaginaciones tuyas - Dijo mientras apretaba el puño al ver los abrazos demasiado afectuosos que recibía Onoda por parte de sus atrevidas fanáticas

- Y ahora estás molesta al verlo rodeado de fans.

- Es que no soporto ver a todas esas pubertas hormonales rodeándolo de esa forma.

- Oh, veo que Onoda-kun es todo un casanova, me alegro por él - El pelirrojo se acercó a las chicas mientras conversaba con Imaizumi, aunque se quedó callado al notar el enorme aura que emanaba de la castaña.

Las horas pasaron y la noche llegó, con esto muchos, entre alegría y converso se dirigían a sus respectivas habitaciones, otros como Kaburagi conversaban muy emocionados sobre su experiencia en el equipo, con Naruko, Imaizumi y Onoda cayendo en cuenta que este era su último Interhigh, dando paso a la nostalgia y algún que otro gesto de tristeza.

Onoda quiso despejarse un poco y dimensionar lo que había logrado, mientras se alejó del ruidoso grupo y se dirigió a su lugar favorito en aquella posada: el pequeño jardín que había afuera. Al llegar allí se sentó en la hierba y dejó que sus pensamientos salieran mientras contemplaba el cielo estrellado, comenzando por pensar en lo que había logrado. Era algo increíble sobre todo para él, y algo a lo que nunca se acostumbró fue a la enorme atención que recibía por parte de los medios de comunicación, la prensa y sobre todo sus fanáticas. Además de la felicidad que tuvo al volver a ver a Makishima y al resto de sus excompañeros. Recordó la ceremonia de premiación donde sin entender el por qué, no se centró en las miradas de la gente, sino en cierta castaña a quien buscó con la mirada entre la multitud, notando lo animada que estaba aplaudiéndolo. Un rubor se manifestó en sus mejillas, era obvio lo que le pasaba.

"Por cierto, ¿qué sería eso que quería decirme Tachibana-san?"

Mientras tanto el resto...

- ¡No quiero irme a dormir, hay que celebrar toda la noche, logramos algo épico, Estrella!

- Tch, ya cállate Naruko, yo también estoy feliz pero hay que tener mesura, mañana partimos temprano de acá, hay que descansar, sobre todo tú que te descontrolas cuando celebras.

- ¿Haaa? ¿y por qué lo dices?

- ¿Cómo que por qué lo digo? Cuando ganamos el segundo Interhigh lanzaste a Onoda tan lejos que casi lo fracturaste, además esa noche se te ocurrió salir a correr en bicicleta y te diste vuelta debido a la velocidad con la que ibas.