𝗧𝗿𝗼𝗶𝘀

183 9 12
                                    

• London, junio, 1974 •

Pasaron el día de ayer completamente tranquilos, la pesadilla oficialmente había terminado, o bueno, eso creía roger, estaba tranquilamente durmiendo hasta, que escucho unos ruidos en la parte de abajo, provenientes de la cocina, supuso que era Béatrice así que bajo para asegurarse que todo marchara bien con ella.

— ¿Béatrice? — pregunto desconcertado.

— oh, buenos días, dormilón — dijo entre risas mirando a roger.

— buenos días, ¿Que haces,
haciendo el desayuno, se supone que eso lo debería de hacer yo, no? — pregunto.

— no lo sé, te digo algo con sinceridad. nunca me eh animado a hacer el desayuno — rio y se encargó en estar al pendiente de todo lo que hacía.

De un momento a otro, beatrice y roger compartieron risas al unísono, ligeras risas que le causaron ternura a el rubio, nunca se había sentido así por una mujer, nunca había sentido ternura sin ser algo con Béatrice, eso le indicaba solo una cosa, su instinto paternal se había activado, ya el sabía que se había activado en el momento en que se había preocupado por ella, pero esto lo confirma más.

— bueno, ¿te vas a quedar ahí parado o vendrás a comer?— pregunto risueña.

— Obvio voy a comer, tengo hambre, y mucha, chef. — dijo roger tratando de no reírse.

— ¿óyeme no me vas a tener de cocinera eh? Va a ser la primera y ultima vez que me verás haciendo esto porque, aveces incendio la cocina.

Se miraron a los ojos por unos segundos y se empezaron a reír como si no hubiera un mañana, se sentían bien con la compañía del uno al otro, y era lo que realmente importaba.

— bueno, quizás haga unos waffles, ¿Te gustan los waffles?

Roger se limitó a contestar haciendo una de sus icónicas muecas.

— meh, no soy una persona que desayuné, siempre salgo de casa sin desayunar o con algún combustible en el cuerpo, Cambiando de tema, ¿Que hora es? — pregunto preocupado, ya que debía ir al estudio antes de las once de la mañana.

Beatrice observó la pantalla de su reloj y miró a roger con preocupación.

Son las nueve y media de la mañana, ¿Debes ir al estudio o algo así?

— ¡Si, si debo ir, es temprano aún, el ensayo empieza a las once.

— bueno, te dará tiempo de desayunar, Aquí tienes — dijo sonriente.

Roger vio a beatrice al probar los war les mientras sus ojos se abrían como dos enormes platos, se deshacían en su boca tan simple como un papel, eran suaves y con textura cremosa, realmente, los mejores waffles.

— ok, serán los mejores waffles que probare en mis veinticuatro años de edad — dijo mientras no paraba de comer de aquel plato repleto de waffles con miel y arándanos.

— no exageres, no soy la mejor del mundo cocinando — dijo riendo.

Entre esa pequeña conversación y disputa entre quien cocinaba mejor, el timbre de la puerta principal, empezó a sonar.

Instinto Paternal; Roger Taylor✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora