1. Un buen inicio

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La idea de tener su propio gimnasio y poder recibir a jóvenes y adultos que quisieran aprender artes marciales y defensa personal, había resultado muy buena y debía darle las gracias a la esposa de su amigo y compañero, por eso

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La idea de tener su propio gimnasio y poder recibir a jóvenes y adultos que quisieran aprender artes marciales y defensa personal, había resultado muy buena y debía darle las gracias a la esposa de su amigo y compañero, por eso.

Cuando Off y Lee estaban a poco de graduarse Namtan, entonces novia del último, les había hecho la pregunta "¿Qué harán después de graduarse?" y ambos se quedaron en blanco, tan solo mirándose las caras. Tantos años estudiando y aprendiendo distintas disciplinas marciales, no podían ser en vano. Así que después de un año de haber recibido sus títulos universitarios, se encontraban ahí, en medio de un centenar de elegantes personas, mezclándose para pasar desapercibidos, mientras cuidaban la espalda de dos famosos artistas.

De verdad, la idea había sido buena, reunirían el dinero necesario sin tener que endeudarse para conseguirlo. Trabajarían como guardaespaldas, llegarían al monto establecido, y podrían en pocos meses inaugurar el gimnasio del cual serían socios.

Siendo apenas adolescentes, que no tenían idea de lo que pasaría en el futuro, ambos amigos, decidieron aprender artes marciales y eso sirvió de inspiración para creer en mejorarse a sí mismos y sacar el espíritu guerrero que tenían dentro. Las artes marciales les enseñaron que la superación continua era la clave para ser cada día mejor y es así que después de haber dominado algunas disciplinas como el Karate, kick boxing, boxeo y muay thay decidieron hacer la carrera que les permitiría ese crecimiento espiritual y laboral que necesitaban en sus vidas.

Con el tiempo destacaron en competencias universitarias de lucha libre y jiu-jitsu e incluso boxeo y karate, por lo que les fue fácil hacerse de una importante popularidad que les sirvió mucho al momento de buscar trabajo. Off incluso había logrado hacerse de un puesto en el departamento de policía de la ciudad, entrenando nuevos agentes. Aun eran jóvenes, pero tenían una clara visión de lo que querían en un futuro cercano. Eligieron trabajos poco peligrosos, pero muy bien remunerados, solo trabajaban con artistas, hijos de famosos, esposas de políticos y una que otra modelo.

Un famoso escultor y un pintor de renombre, eran los últimos de su lista, por fin el dinero estaba completo y pasaban a ser dueños absolutos del lugar elegido, ubicado en una buena zona y que, además —aun antes de inaugurarse— ya contaba con un considerable número de estudiantes inscritos, eso justamente debido a los muchos trabajos que habían realizado y las excelentes recomendaciones que habían conseguido por parte de sus clientes.

Claro sumándose también a ello, las excelentes relaciones públicas que estaba manejando Namtan.

—No es como si mi salario de relacionista pública, pueda comprar una de estas obras de arte, pero estoy muy contenta de que me hayan permitido acompañarlos.

—Creo que por el momento ninguno puede siquiera soñar en comprar una de las piezas que se muestran aquí, querida.

—¿Cuánto tiempo más deben permanecer en la galería mis queridos?

Un deseo del corazón #1 - HP5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora