3. Una bendición

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—¿Has notado que Gun y Namtan están actuando un poco extraños?

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—¿Has notado que Gun y Namtan están actuando un poco extraños?

—Gracias a Dios. No estoy loco... Así es, he sorprendido a Nam, hablando por teléfono con él, pero cuando nota mi presencia, cambia el tema o corta la llamada. Pensé que estaba viendo cosas donde no las hay.

—¿Crees que ella sepa algo acerca de lo que Gun quiere decirnos hoy?

—¿Estará embarazado?

—No lo creo Lee, eso es imposible, aunque debo confesarte que me haría muy feliz, pero Gun ha sido muy cuidadoso.

—Oh, no me recuerdes eso —se quejó Lee—. Nam está siendo quisquillosa con el tema también. Acaso no se dan cuenta que necesitamos unos pequeños diablillos a quienes enseñar todo lo que sabemos.

—Gun aún es muy joven, además que no hace mucho se graduó y tiene cosas que aun desea hacer, no podría cuidar de un bebé ahora. Menos cuando yo estoy ocupado en la estación. Tener y criar un hijo implica demasiada responsabilidad, al menos para nosotros, pero ustedes... ¿Qué están esperando? hace ocho meses cuando fueron a Roma, pensé que volverían embarazados.

—Nada me hubiera hecho más feliz, pero Namtan creía que aún no era el momento, tendríamos mucho trabajo con el gimnasio, así que decidimos esperar. Pero hermano, te confieso que deseo mucho un pequeño que corra por la casa llamándome papá.

—¿Lo estás?

—¿Qué?

—¿Estás preparado para ser padre?

—Hace mucho... ¿Y tú estás listo?

—¿Yo? Pues creo que estoy bien, esperando a Gun.

—¿Me refería a que si estabas listo para por fin conocer a los padres de Gun?

—Pues, respecto a eso, hay alg-

Las palabras de Off fueron cortadas, cuando sintió unos brazos rodear su cuello y unos cálidos labios besarlo, justo bajo la oreja derecha, haciéndolo estremecer.

—Hola hermoso. ¿Me extrañaste?

—Pequeño... sigo molesto contigo. Pero si, te extrañé mucho.

—Hola Lee —Gun saludó a su castaño amigo— ¿Dónde está Nam?

—Hola Gunnie, Nam fue al baño y como que ya tardó demasiado, creo que iré a buscarla.

—No, deja que yo lo haga.

—No es necesario que se muevan, ella ya está aquí. —Ambos voltearon al escuchar a Off.

Namtan se había sentido cansada, por lo cual decidieron dejar la galería y esperar a Gun en un restaurant cercano, total tenían que cenar. Así que, en ese momento, la tan ansiada charla tendría lugar.

—¿Está todo bien querida? —Preguntó Lee, notando un poco de palidez en el rostro de su esposa— ¿Sucedió algo?

—No es nada mi amor, solo me sentí un poco descompuesta.

Un deseo del corazón #1 - HP5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora