Leybra

Los 7 días /condenados/

Hay una mochila - preparo, provisiones, unas armas y el mapa, por supuesto. Me encaminé a la biblioteca, pasando por el animador – me lleve unas llaves para poder entrar – el lugar está totalmente deshabitado, pero lo que mi mente me dice es que salga de ahí – algo te sigue y te hará daño, cuídate del que simula ser sombra.

Han pasado un día y medio, los pasadizos están en desorden, de alguna manera, se escucha el eco de gritos desgarrados, en una agonía eterna, en el suelo de un pasadizo, se hallaba un cadáver, este tenía algo en la cabeza, una especia de artefacto como de los que vi en mi base, ella tenía la cabeza suelta, sus ojos negros, rojizos se hallaban, su brazo tenía una herida grave, pensaría que eso lo habría matado, pero su mandíbula desgarrada y el fierro que atravesaba su cráneo me hacen dudar.

Estoy paralizado – ¿Cómo llego a ese horrible caso? – en fin, de ahí salgo, ese aire me persigue y el oxígeno escapa de mí, logre sacar un mapa del lugar, era algo simple, pero vi que el edificio tenía 5 pisos, me lo llevo y en la base doy por cuenta, que han pasado 2 días en este infierno.

Despierto de nuevo, siento que la desesperación me consume poco a poco, quedarse ahí no es opción, las provisiones se acaban y si eso pasa, moriré lentamente, en el último piso hay una reserva de alimentos, me dirijo hay y al llegar, este sitio está más arreglado y vacío – muy vacío – camino hacia mi destino, el plano de la biblioteca, no era muy detallado así que me pierdo en pasadizos iguales y sin diferencia, este piso me vuelve loco, mi desesperación termina cuando encuentro lo que parece ser el baño, ya que este vacío se encuentra.

El hedor a sangre se siente desde 8 metros, algún monstruo degolló a dos tipos – ¿o acaso ellos dos se debatieron en duelo y fallecieron? – uno tiene un cuchillo clavado en el pecho y el otro tiene una herirá en el costado de su abdomen.

Oh, ¿Cuánto más veré esto? – salgo de ahí mientras corro, las paredes gritan, una sombra se aproxima a mí, algo grande me persigue, lose y no permitiré mi muerte, al voltear una esquina, veo uno de esos cadáveres, pero este era diferente, no tenía ojos ni dedos, un cuchillo en su pecho, telas de blanco teñido de sangre, pálido en apariencia, con el susto me caigo al piso, con algo de valor le doy con un fierro que traje, le volé la cabeza, él siguió erguido, su cabeza rodó hasta que le sale dos patas, un brazo deforme, sus ojos aparecen en sus palmas, su pecho se abre y sus costillas se vuelven como dientes, de dentro, sale una lengua en forma del cuchillo que acabo con su vida, un ser abominable.

Es cuerpo anterior cae al cual, y el nuevo cuerpo empieza a perseguirme, yo corro desesperadamente, entro en un lugar de rejas de alambre de púas, un laberinto, corro por sus estrechos y pasillos, lo veo, pero él no puede pasar, veo personas sin cabeza colgando del techo, las luces se apagan y prenden cada rato, y los cuerpos colgantes se mueven y retuercen en agonía, el ser esta frente a mí y una pared de alambres me protege de este, y con su lengua, me jala hacia él, las púas se encarnan a mi piel y me hacen más daño que la lengua afilada del monstruo.

Saco un cuchillo, preparándome para lastimar su único brazo, se lo corto y el ser se retuerce, le sangra la herida y de este sale otro ojo, otro golpe doy, acierto en su corazón frontal, el monstruo cae al piso vencido y del pecho sale el arma que su alma condeno al infierno, agarro el cuchillo y lo guardo en mi mochila, las luces dejan de parpadear y solo se oye el eco de aquellos seres que colgaban del techo. Salgo de ese grado a mi base, con las provisiones que buscaba, en el camino doy a cuenta que ya he pasado 3 días.