12

56 8 3
                                    

WILLIAM

Observé a Anne entrar en aquel cuarto a través del espejo de doble vista. Tan tranquila como siempre y sin quitar su sonrisa más amable y sincera, tomó asiento frente al hombre que se presentó bajo el nombre de "León".

—Bien León,— habló mi compañera con un tono de voz dulce.— han dicho que quería hablar, lo escucho.

—Mire niña, esto es fácil.— habló sin preocupaciones.— Sabemos que van tras Davies.

En ese momento, Anne pareció bloquearse por unos segundos, pero rápidamente contraatacó.

—Eso es información confidencial, pero de ser así, ¿en qué le incumbe a la mafia rusa?

Su tono de voz fue frío, León pareció entender que no era una niña tonta, y de manera sutil se seremovió en su silla antes de dar una respuesta.

—Mis jefes quieren ofrecerles un trato.— pronunció con su marcado acento ruso.

—¿Qué clase de trato?— le respondió con rapidez.

—A pesar de lo sucedido la noche anterior, el clan Davies y el clan Novikova llevan a cabo ciertos... negocios.

—¿Qué tipo de negocios?

—Todo a su tiempo, agente.— pronunció el hombre con cierta diversión y malicia al mismo tiempo.

Ambos se miraban desafiantes, la tensión era palpable incluso desde mi lugar.

—Si un agente estuviera de encubierto en nuestras tropas, —continuó el tal León— podría acercarse a los Davies y acabarlos.

—¿Y si nos negamos?— habló mi compañera.

Mierda, ¿qué estás haciendo, Anne? Podrías arruinar todo lo que estamos consiguiendo.

—Simple, no solo acabaremos con el clan de Davies, —pronuncio con voz apacible— sino también con todos en este edificio.

Anne se quedó inerte ante la cínica sonrisa de aquel ruso, por lo que me vi obligado a intervenir. Salí rápido de donde me encontraba, para así adentrarme a la habitación contigua.

—¿A cambio de que?— solté con brusquedad.

—Si aseguran acabar con el clan de Davies, no habrá más que eso.— dijo despreocupado.

—Bien, dile a tus jefes que así será.

—Pero... Will...— pronunció Anne un tanto nerviosa.

—Dije que así será. — di un golpe seco en la mesa y eleve el tono de mi voz.

Sin más que aportar, miré por última vez a León y asentí, dando a entender que quedaba a la espera de más información, di media vuelta y me marché.

Queen [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora