Queen [COMPLETA]

22

WILLIAM

Dos días después de haber escapado de ese infierno, me encontraba de vuelta en mi país, más específicamente en la agencia.

—Aspen, a mi oficia.— pronunció demandante el directos apena me vio llegar.

Obedecí, me encaminé a su oficina y cerré la puerta detrás de mi. El hombre me esperaba sentado detrás de su escritorio, e hizo un ademán de que tomé asiento.

—¿Cómo te encuentras, William?— dijo amable.

Extendió hacia mi un vaso con un poco de whisky, lo tomé sin pensar.

—Bien, señor.

—¿Qué ha pasado?

—La misión falló, señor, yo fallé.— confesé.— La mujer, Rose, ella sabía quien era.

—¿Cómo lo sabía?— indagó sorprendido.

—Tiene una especie de enferma obsesión conmigo.

Asintió, hubo unos minutos de silencio, como si estuviera pensando con cuál de sus tantas preguntas seguir.

—No se le ve tan maltratado, agente.

—Aún me estoy recuperando, los primeros días fueron los difíciles,— confesé.— luego Davies me liberó y trató como si fuese un invitado, por ello pude escapar.

—¿Qué fue lo que sucedió en aquel lugar?

—Los primeros días me mantuvieron en un sótano, me golpearon hasta el cansancio, incluso me han fracturado un par de costillas.— di un trago a la bebida.— Me drogaron inyectandome sustancias y...— estaba avergonzado de lo que seguía.

—¿Y...?— me apresuró el director.

—Encontrándome en ese estado, Davies abusó de mi, señor.

—Entiendo...— se quedó sumido en sus pensamientos por unos segundos.— ¿Algo más?

—Días después, ella se contraba en un estado de ebriedad y posiblemente también estaba bajo efecto de otras sustancias...

—¿Eso que tiene que ver?— me interrumpió.

—Confesó sentir algo por mi, y me aproveché de la situación.— finalicé.

Más tarde, me acerqué a la zona de trabajo de Evelyn para poder hacer un retrato criminal de Rose lo más pronto posible, ya que con el pasar de las horas puedes olvidar ciertos detalles. Una vez que conseguimos que sea lo más similar a la reina de la mafia, lo enviamos a todos nuestros compañeros, a la DEA y a la Interpol, asi nos encargariamos de atraparla, sea como sea.